Los investigadores salieron a caracterizar los bosques en La Garita y cuando caminaban con fina agudeza en cercanías del río Pamplonita hicieron un súbito descubrimiento. A paso lento emergió del bosque seco tropical de esa zona del municipio de Los Patios una tortuga que los maravilló.
El equipo de Carlos y Aldemar sabía que se trataba de un espécimen fuera de lo común. La razón, el caparazón era de color amarillo, la cabeza y las patas grises y en la cola tenía una uña, característica de la tortuga escorpión, de la que no se tenían registros desde hace 60 años en Norte de Santander.
El ejemplar -macho adulto- fue estudiado por los biólogos Carlos Cáceres Martínez y Aldemar Acevedo Rincón, quienes hacen parte del Grupo en Ecología y Biogeografía de la Universidad de Pamplona. El resultado, la confirmación de que la tortuga que se les apareció el 22 de febrero de 2014 era la que hasta ahora se creía extinta en la región: la escorpión.
El hallazgo representó un logro para la ciencia y el conocimiento de la diversidad de la región y del país, máxime cuando hay vacíos de información de la especie que permitan generar programas de conservación.
La alegría de los biólogos por su descubrimiento se duplicó en diciembre del año pasado cuando observaron un ejemplar juvenil de tortuga escorpión en Durania, lo que evidencia que el reptil hace presencia en el departamento y con ello se requiere del diseño de mecanismos para protegerlos y conservar las áreas donde permanece esta especie en vía de extinción. A este ejemplar se le hicieron registros y se liberó.
Hasta antes de los recientes hallazgos solo se tenían registros de la tortuga de 1955 y 1958, años en los que fue vista en el sur de Cúcuta y en el corregimiento Astilleros de El Zulia, zonas donde actualmente predominan los sistemas agropecuarios y la minería, lo que dificulta la conservación.
Estos ejemplares hacen parte de la colección científica del Museo La Salle de Bogotá y por décadas han servido para estudiar a la especie.
Hábitat y conflicto humano
La tortuga escorpión habita en los bosques secos, los cuales de acuerdo con los biólogos son de los más amenazados en Colombia por la transformación del suelo, al tiempo que son de los menos protegidos.
Según registros del Instituto de Investigaciones Alexander Von Humboldt, solo el 8 por ciento de la cobertura original se conserva en el país, lo que representa 720.000 hectáreas.
Para el caso del ejemplar macho adulto hallado en el corregimiento La Garita de Los Patios, el bosque seco tropical de esa zona es de 27 kilómetros cuadrados.
“La zona del registro está fuertemente afectada por minería de carbón, deforestación y quemas”, argumentó Cáceres. “Tiene una temperatura entre 24 y 27 grados centígrados y las lluvias están entre los 1.000 y 1.500 milímetros al año”.
La tortuga escorpión se distribuye desde México hasta Argentina y se presume que la presencia en Norte de Santander se dio por la distribución de Venezuela a la cuenca del Lago de Maracaibo.
Se requieren estudios
Los biólogos al servicio de la Universidad de Pamplona publicaron el hallazgo en la revista científica de la Universidad Nacional Acta Biológica Colombiana y para ello tuvieron el apoyo del mexicano José González Maya (Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras - Procat Colombia).
Además, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de José Antonio Sierra Leal, curador del Museo de Ciencias Naturales José Celestino Mutis de la Universidad de Pamplona.
En el artículo reseñan que son pocos los estudios que se han hecho de la especie y que se requiere con urgencia de investigaciones que permitan tener un conocimiento preciso en aspectos como diversidad, distribución y estado de conservación.
Los biólogos concluyen que los recientes hallazgos confirman la histórica presencia de la especie en los bosques secos del departamento y que se deben investigar las amenazas y efectos sobre las tortugas escorpiones, que tras 60 años reaparecieron como el ave fénix.
