El lunes, los Warriors fueron el primer equipo en ganar dos partidos consecutivos en esta igualada serie y lo hicieron en un quinto juego que suele ser decisivo en unas Finales.
Los equipos que han liderado las eliminatorias por el título por 3-2 se han acabado proclamando campeones en el 81% de las ocasiones (39-9).
Fin de récord de Curry
Condenados por sus pérdidas de balón (18 contra 6) y errores en momentos clave, los Celtics desaprovecharon que Curry estuvo insólitamente desacertado después de su descomunal actuación del viernes, en la que rescató a los Warriors en el TD Garden con 43 puntos.
El mejor tirador de la historia falló sus 9 intentos desde la línea de tres puntos y terminó con apenas 16 puntos (7/22 en tiros de campo), 3 rebotes y 8 asistencias.
El base, gran favorito para el premio MVP de las Finales, había anotado al menos un triple en sus últimos 233 partidos, todos los disputados desde noviembre de 2018, la mayor racha de todos los tiempos.
"Va a estar furioso de cara al sexto partido, y eso es exactamente lo que necesitamos", dijo el ala-pívot Draymond Green (8 puntos y 8 rebotes).
La pérdida del récord no opacó una emocionante noche en San Francisco, donde los Warriors se acercaron al final de una larga travesía en el desierto desde las aciagas últimas Finales de 2019 perdidas ante los Raptors.
Aquellas fueron las quintas Finales consecutivas de Golden State, en las que conquistaron tres anillos (2015, 2017 y 2018).
"Aquí estamos, tenemos dos oportunidades de conseguir una victoria, pero también sabemos lo difícil que va a ser", declaró el técnico Steve Kerr. "Nadie está celebrando, pero estamos emocionados de estar en este lugar, y queremos aprovecharlo".
Kerr hizo un reconocimiento al vital aporte en estos playoffs de Wiggins, el número 1 del Draft de 2014 que se ha convertido en una pieza clave para revitalizar a la plantilla desde su llegada dos años atrás.