Representantes del mercado aseguraron que el establecimiento, aunque es administrado por una sociedad de comerciantes particulares, cumple con todos los requisitos de ley, paga impuestos y servicios públicos, contrario a lo que no hacen los vendedores informales.
Los inquilinos de la plaza de mercado de Belén reclamaron ayer mayor presencia de la administración municipal para que se ponga fin a la competencia desleal que afrontan por la alta presencia de ventas callejeras en las afueras del centro de acopio.
Representantes del mercado aseguraron que el establecimiento, aunque es administrado por una sociedad de comerciantes particulares, cumple con todos los requisitos de ley, paga impuestos y servicios públicos, contrario a lo que no hacen los vendedores informales.
También se quejaron por la presencia de animales callejeros (perros y gatos), que ingresan al mercado y representan un riesgo para los clientes y los alimentos que se expenden allí, dadas las enfermedades que pueden transmitir.
“Pedimos a la Secretaría de Salud brigadas para que se recojan a estos animales y se lleven a un sitio donde no representen riesgo”, dijo el inquilino de la plaza Dario Jaimes.
En las afueras del mercado se instalan a diario unas dos docenas de carretas y casetas con ventas de verduras, pasteles, avena, mercancías varias y hasta carnes y pescados, estas últimas sin ninguna clase de higiene que garanticen la salud de los consumidores.
José María González, otro comerciante de la plaza, denunció que de esta anomalía está esterada la alcaldía, “sin embargo, no nos han dado ninguna respuesta ni tampoco hemos visto operativos por el barrio”.
La invasión del espacio público no solo se produce en las afueras del mercado, también en la entrada al barrio Belén, sobre todo en el horario nocturno. La administración municipal anunció operativos sorpresa a partir de este fin de semana contra las ventas informales y para despejar el espacio público.
