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Unas 60 casas conforman el barrio Paz y Futuro en los límites de la comuna 6 y 7. Otras 138 hacen parte del asentamiento que lleva el mismo nombre.
Aunque ambos sectores son considerados como uno solo, la línea de la legalidad los separa.
Solo dos de las cinco manzanas que lo conforman tienen titulación. Unas 138 familias, desplazadas y damnificadas, viven en la ilegalidad, pese a que el municipio las reubicó en estos predios, hace unos 9 años.
“No somos invasores y todavía no han legalizado nuestra situación. Nos trajeron para acá prometiéndonos una vivienda digna y no nos han cumplido”, dijo Ángel Mora, presidente de junta. “No podemos acceder a ninguna ayuda estatal, por ser ilegales”.
Mora vivía en San Martín y fue reubicado en este sector bajo la promesa de que más adelante vendría un proyecto de viviendas de interés social.
Metrovivienda demarcó con líneas de cal el espacio asignado a cada familia para la construcción de su vivienda. Sin embargo les quedó debiendo la titulación de los predios.
Cómo en el sector ya se habían construido unas casas con el nombre de Paz y Progreso los nuevos vecinos adoptaron este nombre.
Una hilera de casas tipo urbanización contrasta con los ranchos de los nuevos inquilinos, que comparten la cancha de fútbol y las vías destapadas.
“En las últimas administraciones no se han visto avances en el proceso de titulación. Con la actual estamos trabajando en ello”, aseguró Mora.
Trabajamos por titulación
Luz Karime Coronel, gerenta de Metrovivienda, dijo que el municipio está trabajando en esta situación, sin embargo la ausencia de una matricula catastral por parte de la comunidad ha sido el mayor inconveniente.
“Este proceso se ha limitado porque durante un buen tiempo la comunidad irrespetó las medidas que se dieron para sus construcciones y tuvimos que levantar de nuevo estos datos”, explicó Coronel.
La gerenta de Metrovivienda dijo que este proceso se culminó a finales del año pasado y que el municipio tiene un interés muy grande en titular este bien, ya que es parte del saneamiento predial, pero la piedra en el zapato ha sido la actualización catastral.
Coronel señaló que dentro del proyecto Paz y Progreso se contempla el mejoramiento de algunas viviendas en este sector, este sería el siguiente paso tras la titulación.
Un salón de integración
El salón comunal de Paz y Progreso es el punto de encuentro de los vecinos desde hace cuatro, luego de que una asociación de desplazados, el Sena, el municipio, y la comunidad unieran esfuerzos para su construcción.
Un par de archivadores y un escritorio donados, pupitres y estanterías hacen parte del mobiliario comunal de Paz y Progresos.
En la sede comunitaria se llevan a cabo las asambleas de la junta comunal, asociaciones de madres cabeza de familia, y de la tercera edad, así como cursos y capacitaciones laborales.
La Universidad Simón Bolívar a llegado hasta este lugar con talleres para padres e hijos sobre convivencia, derechos y deberes, violencia intrafamilar, entre otros temas sociales.
Actualmente los estudiantes de la universidad trabajan en la habilitación de una biblioteca en la sede.
