Martes, 17 de Junio de 2014
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Después de un proceso de cumplimiento y adaptación de las
normas exigidas, 55 palmicultores de Tibú fueron certificados por La
Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO).~
Después de un proceso de cumplimiento y adaptación de las normas exigidas, 55 palmicultores de Tibú fueron certificados por La Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO).
La certificación es una iniciativa mundial que se estableció formalmente bajo el artículo 60 del Código Civil Suizo, en abril de 2004, que les permite a los reconocidos llegar a mercados especializados a recibir mejor paga por el aceite crudo de la palma de aceite.
Detrás de ese objetivo hay otros componentes que de una u otra forma benefician a los productores y trabajadores como las orientaciones que deben cumplir para la conservación del medio ambiente y lo que tiene que ver con las prestaciones sociales de sus empleados.
En lo que corresponde al medio ambiente recalca la conservación de recursos hídricos. En ese sentido, la norma exige que los productores adopten normas y técnicas biológicas especialmente diseñadas para que no contaminen las fuentes hídricas que atraviesan o rodean sus parcelas.
En cumplimento a este factor también deben construir bodegas para almacenar insumos y herramientas, señalizar toda el área de la finca e incluso de la vivienda y aplicar al pie de la letra el viejo lema de cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa.
Para la mayoría, lo más complicado fue asumir la formalización del trabajo (contrato laboral, seguridad social y demás prestaciones), porque no tenían esa costumbre. Ahora todos los empleados que tienen contratados reciben dotación y demás tributos que establece la ley.
“A cambio de todo eso, los productores van a recibir un pago Premium que el Grupo Empresarial Oleoflores les entregará por el aceite que se venda en el mercado internacional”, informó Carlos José Murgas, directivo del grupo empresarial.
El empresario precisó que es la primera certificación de pequeños productores que se da en el país y que representan 3 mil 700 hectáreas de las 13 mil que tienen alianza productiva con la empresa y las 6 mil independientes que también le proveen fruto en esta sección del país.
Después de un proceso de cumplimiento y adaptación de las
normas exigidas, 55 palmicultores de Tibú fueron certificados por La
Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO).~
Después de un proceso de cumplimiento y adaptación de las normas exigidas, 55 palmicultores de Tibú fueron certificados por La Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO).
La certificación es una iniciativa mundial que se estableció formalmente bajo el artículo 60 del Código Civil Suizo, en abril de 2004, que les permite a los reconocidos llegar a mercados especializados a recibir mejor paga por el aceite crudo de la palma de aceite.
Detrás de ese objetivo hay otros componentes que de una u otra forma benefician a los productores y trabajadores como las orientaciones que deben cumplir para la conservación del medio ambiente y lo que tiene que ver con las prestaciones sociales de sus empleados.
En lo que corresponde al medio ambiente recalca la conservación de recursos hídricos. En ese sentido, la norma exige que los productores adopten normas y técnicas biológicas especialmente diseñadas para que no contaminen las fuentes hídricas que atraviesan o rodean sus parcelas.
En cumplimento a este factor también deben construir bodegas para almacenar insumos y herramientas, señalizar toda el área de la finca e incluso de la vivienda y aplicar al pie de la letra el viejo lema de cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa.
Para la mayoría, lo más complicado fue asumir la formalización del trabajo (contrato laboral, seguridad social y demás prestaciones), porque no tenían esa costumbre. Ahora todos los empleados que tienen contratados reciben dotación y demás tributos que establece la ley.
“A cambio de todo eso, los productores van a recibir un pago Premium que el Grupo Empresarial Oleoflores les entregará por el aceite que se venda en el mercado internacional”, informó Carlos José Murgas, directivo del grupo empresarial.
El empresario precisó que es la primera certificación de pequeños productores que se da en el país y que representan 3 mil 700 hectáreas de las 13 mil que tienen alianza productiva con la empresa y las 6 mil independientes que también le proveen fruto en esta sección del país.
