Una contrarreloj individual propicia para abrir huecos entre los favoritos: la quinta etapa del Tour de Francia se disputa sobre 27,2 kilómetros entre Changé y Laval, todavía en la región oeste de Francia.

"Una contrarreloj tan larga tan pronto es bastante poco común", indica el director de carrera Thierry Gouvenou. La distancia es exactamente la misma que en Pau en 2019, cuando Julian Alaphilippe batió a Geraint Thomas.

El trazado de este miércoles favorece a los especialistas en la lucha contra el crono, con largos falsos llanos en la segunda parte del recorrido, que suceden a los pequeños repechos en los primeros kilómetros.

"Se puede perder mucho tiempo en 27 kilómetros", avisa Thierry Gouvenou sobre esta etapa por la región de antiguos corredores como Marc Madiot o Jacky Durand.

El director del Tour Christian Prudhomme evoca una "ofrenda a los rodadores" e insiste en la voluntad de "variar los escenarios y las ocasiones de poner en cuestión las posiciones establecidas".

Si Changé recibe el Tour por primera vez, Laval ya albergó la Grande Boucle en el pasado. En 1999, el belga Tom Steels, hoy uno de los directores deportivos del equipo de Julian Alaphilippe, se impuso al esprín.