Luego de la puesta en marcha de tres unidades militares en el Cauca, por parte del mismo presidente de la República, las comunidades nativas del norte del departamento confirmaron el asesinato de dos comuneros en la vía que comunica Caloto con Toribío.
Como explicaron pobladores de la zona, a eso de las 9:30 de la noche se escucharon unas detonaciones en el sector La Buitrera de dicha vía, de ahí que la comunidad saliera a verificar la situación.
“La gente recorrió el lugar y se encontraron los dos cadáveres, el de un hombre y una mujer, tenían heridas con arma de fuego en la cabeza, además los responsables dejaron en el sitio dos carteles, uno decía que ‘por ratas’ y otro ‘se leía que nadie pide cosas o cobra plata a nombre de nosotros’”, explicaron indígenas de la zona.
Luego, en las investigaciones hechas por los nativos, se conoció que las víctimas respondían a los nombre de Juan Pablo Dicué Guejía, de 18 años, y Amparo Guejía Mestizo, de 41.
“Estas personas al parecer transitaban por esta carretera en una motocicleta, en compañía de un menor de tres años, cuando fueron interceptados por un grupo armado, cuyos integrantes procedieron a quitarle el pequeño para luego dejárselo a un habitante de la zona, después los asesinaron”, agregaron los nativos.
También, se corroboró que tanto Juan Pablo Dicué Guejía como Amparo Guejía Mestizo estaban censados en el resguardo de Huellas y residían en la vereda La Bodega Alta, en la zona rural de Caloto.
“Los que mandan acá acusaron a la pareja de cobrar extorsiones a la gente del pueblo y vea la consecuencias, por eso dejaron esos mensajes al lado de los cadáveres”, relató un comerciante caloteño.
Sin embargo, luego trascendió que una de las víctimas fue una de las fundadoras del Movimiento Sin Tierra Nietos de Manuel Quintín Lame, el cual tiene una amplia trayectoria de lucha en este sector del departamento.
“Rabia, dolor e impotencia sentimos quienes hacemos parte de esta organización rente al asesinato de nuestra compañera Amparo Guejía, hecho ocurrido en la localidad de El Palo Caloto, esta mujer fue fundadora de nuestro movimiento, nos deja un gran vacío. Repudiamos este crimen y exigimos al gobierno nacional que garantice y se respete el derecho a vivir de nuestras comunidades”, expresó Julio César Pascué, líder nativo del norte del departamento.
Precisamente a raíz del anuncio de la llegada un amplio componente militar a esta zona del país, se generó una oposición por parte de comunidades y organizaciones sociales, las cuales indican que la llegada de más soldados representa el incremento de la violencia
“Vemos en terreno que, donde hay más presencia de fuerza pública, es donde más hay más brotes de violencia, eso que significa, que esa clase de medidas no sirve, ya el Cauca ha experimentado estas formulares militares con amarga experiencia”, manifestó Deivin Hurtado, uno de los representantes de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, Fensuagro, en el departamento.
