Ningún gobierno del mundo estaba preparado para la llegada del coronavirus.

Pero, aún sin conocer del todo la amenaza que se avecinaba, mandatarios nacionales y locales han tenido que actuar muy rápido para evitar un mayor impacto de la enfermedad.

Aunque el presidente Iván Duque ha asumido directamente la responsabilidad de enfrentar esta emergencia en el país, prácticamente todos los ministros han tenido a su cargo tareas importantes, tanto para atender a las víctimas de la enfermedad, como para evitar que sus efectos sociales y económicos sean aún peores.

Colprensa evaluó, con ayuda de expertos, cómo les ha ido en esta labor a ocho de los ministros que mayores responsabilidades han tenido frente a la pandemia: Salud, Hacienda, Trabajo, Educación, Justicia, Relaciones Internacionales, Defensa e Interior.

Ministro de Salud, Fernando Ruíz

Fernando Ruíz Gómez se posesionó como ministro de salud tres días antes de que se anunciara la primera muerte por coronavirus en el país.

Aunque no tuvo tiempo para aclimatarse en el cargo, Ruíz se puso de inmediato al frente de las medidas para mitigar los casos de contagio de la pandemia que ya estaba llegando al país.

El aislamiento obligatorio que se adoptó en forma muy temprana, en comparación con otros países del mundo, resultó una medida eficaz para impedir un crecimiento exponencial del número de contagios, que hubiera tenido un efecto devastador sobre el sistema de salud.

"Creo que el Gobierno Nacional del presidente Iván Duque, el ministro Fernando Ruiz y el superintendente Fabio Aristizabal, están haciendo una gestión diligente, están tomando decisiones razonables y bienintencionadas, entendiendo lo que pasa y escuchando a los diferentes sectores", afirma Juan Carlos Giraldo, presidente de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas.

Sin embargo, las mayores dificultades que ha enfrentado Ruíz han tenido que ver con la falta de implementos de protección que afecta a los profesionales de la salud en el país. En algún momento, se llegó incluso a hablar de la posibilidad de que se fueran a paro, lo que hubiera sido crítico en estos momentos.

Aunque la situación se resolvió, las quejas por la falta de implementos aún continúan. El aislamiento obligatorio si bien frena el crecimiento de los contagios no impide su avance, por lo cual el sistema de salud tiene muy poco tiempo para fortalecerse y aún le falta mucho para hacerlo.

"Para un momento de pandemia se necesitan decisiones audaces, grandes e inmediatas. No se puede trabajar con la paquidermia natural de la administración pública, no, aquí lo que se necesita es agilidad para ejecutar estrategias. Necesitamos que los recursos lleguen a donde realmente se necesitan", agregó Giraldo.

Ministra del Interior, Alicia Arango

A Alicia Arango la crisis desatada por la pandemia del Covid-19  en el país la tomó con poco tiempo al frente de la cartera del Ministerio del Interior. Esto sumado a que el Congreso estaba de vacaciones ha hecho que se le haya visto poco ante la opinión pública durante los últimos días.

Sin embargo, al inicio de la crisis Arango se caracterizó por hacer declaraciones que algunos calificaron de  desafortunadas, como cuando salió a anunciar el decreto que ponía al presidente Iván Duque como la única autoridad que podía tomar decisiones en materia de orden público. La falta de explicación sobre los alcances del documento generó en la ciudadanía y en los mandatarios locales mucha confusión debido a que en muchas ciudades se habían decretado toques de queda preventivos.

Para el analista político Andrés Fandiño, la ministra Alicia Arango, a veces es juzgada por  la opinión pública sin que se conozca  el trasfondo de las situaciones.  Dice que a la funcionaria se le ha juzgado, incluso, desde antes de asumir el cargo, pero dada la coyuntura de la pandemia, que ha generado polarización en el país, cualquier declaración es criticada.

“Ella tiene el criterio de interpretar las cosas porque es la jefe de Gobierno.  Las demás son cosas de interpretación que la gente le quiere dar en un país tan polarizado como este. Yo creo que lo que lo que ha generado la pandemia es lo mismo  que con la paz”, añade Fandiño.

Se espera que la ministra sea clave en el reto que tiene el presidente de coordinar con las autoridades locales las medidas de flexibilización del aislamiento obligatorio, a partir de este lunes cuando regresa el sector de la construcción y de la industria manufacturera. Esta ha sido una de las tareas que le asignó el presidente a Arango en medio de la pandemia, sin embargo, desde ya se avecinan pujas en esta manera, en especial con la alcaldesa de Bogotá , Claudia López.

'Colombia está contigo: Un Millón de familias'

La campaña 'Colombia está contigo: Un Millón de familias', liderada por la ministra Alicia Arango Olmos, además de entregar un millón de mercados para las familias vulnerables de las comunidades indígenas, Rom, negras, afrocolombianas, raizales, palenqueras, representantes de Juntas de Acción Comunal, líderes sociales, defensores de derechos humanos, comunidad LGBTI y personas vulnerables referidas por entidades religiosas; contempla seis hospitales móviles de campaña y ocho albergues para la población migrante y habitantes de la calle.

En relación con los hospitales móviles, la jefe de la cartera política precisó que los recursos son del Ministerio del Interior y que actualmente, se adelanta el proceso de la compra de materiales y de las carpas en las que serán ubicados dependiendo de las necesidades que el sector salud priorice.

La coordinación se hará con los alcaldes y gobernadores para establecer los puntos de atención en una alianza con las Secretarías de salud departamentales. El Ministerio del Interior facilita la infraestructura física del hospital móvil, el Gobierno Nacional ayudará con la compra de los equipos médicos y los mandatarios locales, con el personal de salud.

La campaña ha llegado a la fecha a 11 departamentos. Esta ayuda humanitaria está en los territorios gracias al apoyo que hemos tenido de la Fuerza Pública.

Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla

Como ya le ha ocurrido en otras ocasiones, las declaraciones del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, en esta época de coronavirus, le salieron costosas y llevaron a una desautorización pública  del presidente.

En este caso, pese a que otros voceros del Gobierno no lo consideraban recomendable, el ministro Carrasquilla aseguró en una entrevista con El Espectador que sería necesaria una nueva reforma tributaria para estabilizar las finanzas del Estado una vez superada la crisis generada por la COVID-19.

Al día siguiente, el presidente Duque tuvo que salir a aclarar que este no era momento para pensar en poner más cargas sobre los contribuyentes.

“Hay un problema y es que cada ministro pareciera que quiere manejar su propia lucha. En ese sentido, uno puede ver fácilmente discrepancias, conflictos y contradicciones con los demás ministros. Carrasquilla ha asumido una posición desde su propia visión (...) Él es un técnico, un experto en esa área y se centra en ella, pero las dificultades de la estructura del régimen económico lo hacen alejar del contexto general porque por primera vez en el mundo se viven dos crisis: una de salubridad y otra de recesión económica”, afirmó el docente de economía de la Universidad EAN, Jorge Munéva.

Pero, a pesar de las malas pasadas que le provoca su lengua, el ministro de Hacienda ha cumplido un papel importante en un momento en que las finanzas públicas están sometidas a una enorme presión por los costos gigantescos que genera para el Estado atender una emergencia sanitaria de esta magnitud.

“Ha sido prudente y conservador, a la vez que ha dado respuestas importantes  en términos de consecución de recursos para poder atender la emergencia. Ha sido de una respuesta efectiva; otros hubieran preferido respuestas con menos gradualidad, pero no ha estado mal”, dice sobre Carrasquilla el director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo.

Ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera

Al ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, a quien se le reconoce una larga trayectoria en defensa de los derechos de los trabajadores, se le ha criticado que sus esfuerzos por evitar despidos masivos a causa del coronavirus, se han quedado apenas en buenas intenciones.

“En materia de regulación, las medidas se han orientado a imputar a los derechos laborales la carga de la crisis, invirtiendo el principio de ajenidad de los riesgos. Lamentablemente, las medidas tomadas en general han carecido de diálogo social como condición de legitimación de las acciones para afrontar la crisis”, expresó el director del observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, Iván Jaramillo.

Cabrera ha insistido en que no va a permitir que las empresas acudan a los despidos masivos o a las licencias no remuneradas como solución para enfrentar los problemas que les ha provocado no poder operar normalmente debido a la cuarentena obligatoria.

Sin embargo, la situación es tan crítica que las pequeñas y mediana empresas están en la disyuntiva de despedir trabajadores o simplemente quebrarse. Las advertencias del ministro no son suficientes para resolver el problema que tienen por  falta de recursos.

“No se ve una articulación con las otras carteras y, sobre todo, con el sector privado; eso genera un desbalance para los resultados esperados”, afirma Fabio Moscoso, docente de economía de la Universidad EAN.

Y explica: “por más que se pida el no despido de los trabajadores, las empresas lo están haciendo porque no están viendo un acceso de crédito fácil y las tasas de interés del sector financiero siguen iguales”.

Ministra de Educación, María Victoria Anegulo

La llegada del coronavirus a Colombia obligó a los colegios y universidades del país a enfrentarse a una situación que nadie se hubiera imaginado: dar todas sus clases de manera virtual, tanto en las instituciones públicas como privadas, muchas de las cuales no tenían la infraestructura suficiente para hacerlo.

"Pienso que la ministra ha hecho una muy buena gestión para un tema imprevisible en el universo de la educación nacional, ha sido una labor buena que se ha llevado a cabo de forma pausada y se está escuchando las inquietudes desde las regiones del país", afirma Francisco Cajiao, ex rector de las universidades Distrital y Pedagógica.

A pesar de los problemas de conectividad que existen en muchas zonas del país, el Gobierno, en cabeza de la ministra, tuvo la iniciativa de usar medios tradicionales como la televisión, la radio e incluso las cartillas impresas para no dejar que niños y jóvenes se 'cuelguen' en su aprendizaje.

Gloria Lucía Bernal, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, reconoce que el uso de los programas con contenido educativo a en RTVC, la radio institucional y la plataforma Aprender Digital ha permitido que los colegios públicos no se paralicen, pero el reto es muy grande.

"Son iniciativas que van en la dirección correcta, sin embargo, se quedan cortas para reanudar la educación de los estudiantes oficiales, pues las ayudas no pueden llegar a todos  y algunas herramientas nuevas necesitan ser ajustadas", dice.

Ministra de Justicia, Margarita Cabello

Entre las revisiones y comentarios al decreto con el que se pretendia excarcelar a los presos más vulnerables para protegerlos frente al coronavirus, al Ministerio de Justicia se le fue un tiempo valioso antes de que la pandemia llegara a las cárceles.

Ahora que ya se han detectado casos en varias de  ellas, el número de infectados crece día a día y es evidente que el decreto no va a ser suficiente parar frenar el ritmo de contagio de la enfermedad en lugares que por el alto hacinamiento son prácticamente un caldo de cultivo.

Para el exfiscal Camilo Burbano, el decreto de excarcelación, que estuvo a cargo de la ministra de Justicia, Margarita Cabello, fue una medida acertada pero que “se quedó absolutamente corta”, pues el punto no era solo proteger a la población privada de la libertad más vulnerable, sino descongestionar los centros de reclusión para evitar una “bomba de salubridad”.

El decreto de excarcelación se terminó expidiendo casi un mes después de declarada la emergencia carcelaria y, diez días después de expedido, los jueces apenas empezaron a otorgar las libertades este viernes pasado.

Y puede que en muchos casos ya sea demasiado tarde. En la cárcel de Villavicencio, por ejemplo, ya no se podrá dejar salir a ningún recluso, sin comprobar primero que es negativo para coronavirus, porque de dejarlo salir sin control, podría ser un riesgo de contagio para el resto de la sociedad.

“Esta situación puede ser incontrolable. El decreto estaba bien encaminado pero se quedó corto para contener el riesgo sanitario”, señaló Burbano.

Canciller, Claudia Blum

La ministra de Relaciones Exteriores, Claudia Blum, ha sido blanco de críticas por la forma como ha manejado la situación de los colombianos ‘varados’ en el exterior a causa de las medias restrictivas en las terminales aéreas para disminuir la expansión del Covid-19.

Si bien Blum no se ha caracterizado por tener una fuerte presencia ante la opinión pública, la pandemia ha incrementado su ausencia por distintos motivos.  Uno de ellos está relacionado con las primeras medidas tomadas por el presidente Iván Duque Márquez de aislar a los niños jóvenes y adultos mayores de 70 años, quienes son los más vulnerables al virus. Desde ese momento las apariciones en  reuniones  y eventos por parte de la canciller disminuyeron debido a que tiene 72 años.

Manuel Alejandro Correal Tovar, experto en relaciones exteriores afirma que, pese a que Colombia tiene límites para manejar el traslado de connacionales ‘varados’, la cooperación internacional juega un papel importante en este sentido  y, en especial, la gestión de la Cancillería para que las repatriaciones puedan ser más rápidas.

De esta manera, el experto hace énfasis en el caso de los colombianos repatriados de Houston, Estados Unidos, donde un juez ordenó a la Cancillería cumplir con este trámite para un connacional, pero la decisión cobijó a un total de 157 personas. Agrega que no son los jueces quienes deben ordenar el retorno de connacionales sino que esto debería ser una política pública.

“Es realmente grave porque resulta que no estamos atendiendo de forma oportuna a las necesidades de esos colombianos. He visto una ausencia absoluta por parte de la canciller frente a lo que debería ser el trato de las relaciones internacionales, es decir, creo que debería visibilizarse más, seguramente está trabajando muy fuerte, pero eso no se evidencia”, añade Correal.

Tampoco ha ayudado a la canciller tener tantos impedimentos para tomar decisiones alrededor de la pandemia. La funcionaria ha dejado de participar en la expedición de normativas con impactos en los sectores  agrícola- cañicultor, hotelero,  frutas, cosmético, farmacéutico,  agro veterinario, de dispositivos médicos y suplementos dietarios. La ha reemplazado el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, quien antes se desempeñaba como canciller.

Carlos Holmes Trujillo, Ministro de Defensa

Aunque por muchos años las Fuerzas Militares cumplieron un papel protagónico frente al  conflicto armado, en esta nueva emergencia que enfrenta el país, su papel es más discreto, si bien no menos importante.

El coronel del Ejército en retiro, catedrático y columnista Carlos Alfonso Velásquez, asegura que las decisiones del ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo han sido acertadas pese a que no es una cartera que deba tomar determinaciones de grueso calibre en esta pandemia.

Lo más acertado ha sido poner a disposición del servicio de salud, los recursos con los que cuentan las Fuerzas Militares como los hospitales de campaña y el transporte aéreo, que son de mucha utilidad a medida que el número de personas que requieran atención médica se incrementa.

Para Velásquez, solo ha faltado claridad en la delimitación de las funciones misionales del Ejército y de la Policía.

Para el exoficial la función del Ejército en la ciudad debe estar encaminada a llevar medicamentos y productos alimentarios a las comunidades apartadas. Por ejemplo, en Bogotá, los uniformados pueden cumplir dicha función para evitar que se registren demoras en la llegada de la ayuda.

Por último, la prórroga del servicio militar obligatorio también fue acertada en su opinión, porque los uniformados prestan atención a la ciudadanía y de paso, quienes prestan servicio tienen amparo, comida, salud y techo, entre otras atenciones que quizá al no estar en incluidos en la fuerza, podrían carecer dado que se tendrían que enfrentar a buscar empleos.