Una dura derrota recibió este lunes en la noche el Gobierno Nacional en la plenaria de la Cámara de Representantes, cuando por una mayoría ‘aplastante’ negaron las objeciones hechas por el presidente Iván Duque a la ley estatutaria de la JEP, situación que además llevó a que su partido terminara dividido.
Tras casi cuatro horas de discusión, la votación definitiva quedó 110 votos negando las objeciones, mientras que solo 44 representantes las apoyaron, en especial los uribistas y los conservadores.
Esta es sin duda la mayor derrota que ha sufrido el actual gobierno en el Congreso de la República, por cuanto las mismas se habían convertido en un mano a mano con los partidos independientes y de oposición que aseguraron no iba a permitir modificar los acuerdos de paz.
Aunque en diciembre pasado se le hundió la reforma a la justicia, este es un golpe mayor, porque se convirtió en propósito del uribismo y del gobierno mismo.
Además de que se hundieron las objeciones, en el uribismo se evidenció una fractura luego de que se pidiera al gobierno retirar parte de ellas, como también la renuncia de la ministra de Justicia, Gloria María Borrero.
Así fue la sesión
La sesión, que comenzó antes de las 4 de la tarde, aprobó en primer lugar los impedimentos de los representantes a la Cámara del Partido de las Farc, Carlos Alberto Carreño Marín, Jairo Reinaldo Cala Suárez, Benedicto de Jesús González y Luis Alberto Albán.
La plenaria en cambió no avaló las peticiones de impedimento de 14 representantes más, entre ellos las de José Jaime Euscátegui y Wathit Manzur, ambos anunciaron que se retiraban de la sesión.
Ante la presentación de dos propuestas de aplazamiento, el presidente de la Cámara, Alejandro Carlos Chacón, rechazó el planteamiento del presidente del Senado, Ernesto Macías, quien sostuvo que las objeciones se debían estudiar en esa corporación y no en la Cámara, porque fue por Senado en donde se radicó el proyecto.
Posteriormente se puso a discusión la propuesta de aplazar la sesión hasta que el Senado se pronunciara, las mismas fueron negadas por 85 votos y tan solo la acompañaron 45 representantes.
Sin embargo, la otra petición de aplazamiento fue la que suscitó la división entre el uribismo, esto porque el representante Edwar Rodríguez le pidió al presidente Iván Duque que retirara dos de las objeciones, porque en su parecer las mismas ya habían quedado superadas con el fallo de la Corte Constitucional.
La petición de Rodríguez fue negada por 106 votos y apoyada por 27. Al respecto, el representante Álvaro Hernán Prada sostuvo que esa petición no era compartida por la bancada del Centro Democrático, por el contrario sostuvo que ratificaba que van a apoyar las seis reclamaciones.
Superado ese momento, la plenaria escuchó las posturas de los dos informes que entregaron los miembros de la comisión accidental, el mayoritario que pide el hundimiento de las mismas y el de minorías que solicita sean aprobadas.
Los ánimos se agitaron cuando antes de la votación el representante uribista Edward Rodríguez le pidió a la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, dar un paso al costado, porque en su criterio a ella le ha faltado entendimiento con el Congreso y en especial con los partidos de la oposición.
El representante Óscar Darío Pérez, uno de los más veteranos y de mayor referencia del uribismo, rectificó en plenaria a Rodríguez, “no nos puede llevar en bancada a que se tome una posición individualista. Rechazamos la afirmación de Edwar de pedir una renuncia, pero nunca de forma colectiva.
