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Colombia reduce cultivos, pero mantiene producción de cocaína
Norte de Santander aumentó 24,1% territorio para cultivos de coca.
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Colprensa
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Miércoles, 17 de Junio de 2020

Colombia, el mayor productor mundial de cocaína, redujo las hectáreas de hoja de coca aunque la producción se mantuvo estable en 2019.

El país registró 154.000 hectáreas cultivadas, una baja de 9% frente a las 169.000 de 2018, lo que “rompe la tendencia de crecimiento que se inició en 2014”, dijo Pierre Lapaque, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Undoc) en Colombia.

El 2019 siguió la tendencia a la baja en los sembradíos ilícitos de la materia prima de la cocaína iniciada en 2018 tras las alzas sostenidas desde 2014, cuando se contabilizaron 69.000 hectáreas, según el informe anual conjunto de Undoc y el gobierno colombiano, que se realiza desde hace dos décadas.

Desde hace un lustro la siembra empezó a crecer hasta alcanzar la cifra récord de 171.000 hectáreas en 2017, que el entonces gobierno del expresidente Juan Manuel Santos achacó a expectativas de beneficios derivados del acuerdo de paz con la exguerrilla Farc en 2016 y al debilitamiento del peso colombiano ante el dólar.

“Aquí queda plasmado el esfuerzo de todo un país y esperamos que estas tendencias se mantengan y se incrementen”, dijo el mandatario Iván Duque durante la presentación del reporte en la sede del gobierno.

Sin embargo, el reporte enfatiza en que hay “tres veces más coca que en 2013, el punto más bajo de la serie histórica”, con 48.000 hectáreas.

Lapaque sostuvo que la coca tiende a concentrarse en siete zonas, las que llamó “enclaves productivos”, que duplican la productividad promedio del país y concentran el 36% de los sembradíos.

Son “territorios con condiciones propicias para el ciclo de producción completo: cultivo de hoja de coca, transformación a base o clorhidrato de cocaína, y tráfico a centros de consumo en Colombia y en el exterior”, reza el texto.

Los enclaves están situados principalmente en departamentos fronterizos con Venezuela y Ecuador o con acceso al océano Pacífico, mayor punto de salida de la droga a Estados Unidos.

En los enclaves la coca deja de ser funcional al control territorial de los grupos criminales y se incorpora en una dinámica de optimización de rentas, donde se controla menos territorio, pero se desarrollan más incentivos para la actividad ilegal”, afirma el informe.

Duque alertó de los daños al medioambiente por la siembra de esta planta, que en algunas regiones obliga a deforestar selva y bosques.

El 30% de las plantaciones de coca están en parques nacionales, resguardos indígenas o tierras de afrocolombianos.

Producción estable

Aunque ahora hay menos área cultivada, la producción de cocaína se mantuvo estable por “una mayor productividad de los lotes de coca” de los enclaves productivos, agregó Lapaque.

El potencial de producción de clorhidrato de cocaína se estimó en 1.137 toneladas métricas, lo que representa un aumento de 1,5% en comparación con 2018.

“Se estima que el ingreso bruto de la producción potencial de clorhidrato de cocaína tipo exportación producido en Colombia en 2019 tiene en el país un valor” de unos 1.928 millones de dólares, agrega.

El informe señala que la pandemia de COVID-19 ha afectado a los narcotraficantes por la dificultad para encontrar las sustancias químicas necesarias en el proceso de la cocaína, así como los mayores controles en el tráfico de la droga.

Lea También: En Norte de Santander aumentaron los cultivos ilícitos en más del 24%

En sus esfuerzos para combatir el tráfico de drogas, Duque también prevé reactivar la aspersión con glifosato, una iniciativa aplaudida por Estados Unidos, que envió 45 militares para asesorar los esfuerzos colombianos en medio del rechazo de la oposición.

Las aspersiones aéreas con glifosato fueron suspendidas en 2015, durante el gobierno de Santos, por sus potenciales daños a la salud humana y el medioambiente.

Nariño dejó de ser el mayor productor

La agencia Colprensa destacó el informe del representante de la Unodc, Pierre Lapaque, y señaló que Colombia redujo los cultivos de hoja de coca para uso ilícito en un 9% durante el 2019.

“La erradicación forzada tuvo una importante incidencia, principalmente, en el departamento de Nariño, que deja de  ser el primer productor de coca en Colombia, bajo el liderazgo del Ministerio de Defensa  y la Fuerza Pública”, señaló el representante de la Unodc.

Por su parte, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, destacó el resultado señalando que el narcotráfico es  un mal que destruye vidas y  el medioambiente e hizo énfasis en la afectación que sufren las comunidades por este flagelo.

De acuerdo al informe, el departamento de Caquetá redujo su área sembrada en un 62 %; Antioquia en un 29%; Nariño en un 12 %; Bolívar en un 7,5 %; y Putumayo en un 5 %. Sin embargo, hubo incrementos notables en Norte de Santander, que registró un 24,1 % más de territorio afectado por cultivos de coca, y en Valle del Cauca, cuyo aumento alcanzó un 82 % respecto al año 2018.

Las zonas protegidas, pese a que hay una reducción, siguen siendo  los lugares  donde se identificó mayor presencia de este tipo de cultivos. En los parques nacionales naturales el cultivo tiene presencia en 14 áreas protegidas, con un total de 6.785 hectáreas que reflejan una reducción del 13,5 %; en resguardos indígenas se registraron 14.022 hectáreas, una reducción del 15,5 %; y en tierras de las comunidades negras se estimaron 24.856 hectáreas, una reducción del 8 %.

La mayor concentración de estos cultivos se encuentra en Catatumbo (Norte de Santander); sectores de los municipios de Tumaco, El Charco y Olaya Herrera (Nariño); la zona de El Naya (Cauca y Valle del Cauca), sectores de los municipios de Tarazá, Valdivia y Cáceres (Antioquia); sectores de los municipios de Argelia y El Tambo (Cauca); y sectores de los municipios del Valle del Guamuez, San Miguel y Puerto Asís (Putumayo).

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