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De soldado de las Fuerzas Especiales a cabecilla del Clan del Golfo

'El Indio' o 'Julián' se convirtió en uno de los jefes más violentos del grupo armado ilegal.

Un exmiembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de Colombia traicionó la patria que una vez juró defender, para convertirse en uno de los cabecillas más violentos de la organización criminal Clan del Golfo o Los Urabeños.

La historia se desprende de una investigación adelantada por la Dirección de Fiscalías contra la Criminalidad Organizada y la Dijín de la Policía, que terminó con la captura de José Leonardo González Izquierdo, alias 'El Indio' o 'Julián', en el municipio antioqueño de Fredonia.

Según las pesquisas de los investigadores, González fue soldado profesional y estuvo siete años activo en el Ejército. Realizó cursos de lancero, buzo y paracaidismo, hasta llegar a ser un comando de las Fuerzas Especiales.

En 2005 dejó el uniforme para trabajar por contrato con estructuras narcotraficantes y en 2013, de acuerdo con la información que maneja la Policía, ingresó al Clan del Golfo. La cúpula de ese grupo lo asignó como jefe militar del frente suroeste, que delinque en las localidades de Caldas, Andes, Ciudad Bolívar, Salgar y Fredonia. Allí cumplía órdenes de alias Sangre.

En esos municipios, el Indio habría desplegado sus conocimientos de combate, manejo de tropa y armamento, al servicio de ilegales. La Fiscalía lo investiga por su presunta participación en 15 asesinatos y varios atentados. Entre esos hechos, destacan dos ataques a patrullas policiales, en el marco de los “planes pistola” ordenados el año pasado por la jefatura del Clan.

El 11 de mayo de 2017 sus huestes emboscaron una camioneta oficial en el sector Tataloco, corregimiento Tapartó, en Andes, donde resultó herido el subcomandante de la estación policial de la zona. Ocho días después hubo un nuevo ataque a fusil en el municipio de Pueblo Rico, en el que murió un patrullero y otro quedó lesionado.

La Dijín le montó la cacería desde entonces. Los investigadores contaron con el apoyo de un antiguo miembro del Clan, que fungió como informante y les mostró un establecimiento público en Fredonia, donde el Indio solía programar reuniones con sus secuaces.

Conocieron también sus gustos, entre los que están fiestas con abundante whisky y el pago de sumas superiores al millón de pesos para abusar de mujeres menores de edad.

Los agentes se enteraron que este fin de semana habría una reunión en el lugar de siempre en Fredonia, en la cual González y su encargado de finanzas coordinarían el pago de la nómina para 45 integrantes del frente.

Un policía disfrazado de mendigo comenzó a rondar el sector desde el viernes pasado. El sábado por fin divisó al objetivo y avisó a sus compañeros vestidos de civil, que en el acto capturaron al exsoldado. 

Le incautaron $1’200.000 y un pequeño frasco lleno de oro en polvo. González, presa de los nervios, dijo que era un simple minero, pero nadie le creyó.

De manera simultánea, otro grupo de agentes arrestó en el municipio de Hispania a Juan Carlos Sepúlveda Parra (el Gordo), uno de sus supuestos sicarios de confianza, quien para colmo de males también fue soldado durante tres años.

La Fiscalía les imputará cargos por concierto para delinquir agravado, homicidio y tráfico de armas.

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Colprensa
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Lunes, 9 de Julio de 2018
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