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Disturbios tras desaparición y asesinato de niña en Curití

El cuerpo de la pequeña de 11 años fue hallado enterrado en un cafetal. La comunidad quiso linchar al presunto homicida.

Conmoción, rechazo y mucho dolor son los sentimientos que acompañan a los curiteños y a los familiares de Luz Dary Guarguatí Rico, una menor de tan solo 11 años, quien estaba desaparecida desde el pasado viernes y que este sábado en la mañana fue hallada con múltiples signos de violencia enterrada en un cafetal.

Esta trágica historia, que enluta a todo Santander, se registró en la vereda Irapire, zona rural de Curití, en momentos en que la pequeña, según sus familiares, fue raptada cuando salió de clases y posteriormente la asesinaron.

La ida al colegio

De acuerdo con los relatos de los allegados a la víctima, el pasado viernes, como era habitual, la pequeña se levantó, se arregló, desayunó y sobre las 6:00 de la mañana salió de la finca en donde residía, en la vereda Irapire y que dista aproximadamente a 40 minutos del casco urbano de Curití.

La niña emprendió un camino de media hora con rumbo hacia la institución Educativa Las Vueltas, sede I, en donde cursaba tercero de primaria. Minutos después, la niña ya estaba participando de sus clases. La mañana continuó sin contratiempos y sobre las 12:25 del mediodía culminó la jornada académica.

La desaparición

Una vez acabadas las clases, Luz Dary, quien padecía una discapacidad cognitiva, salió junto con una compañera, pues la mamá de esta niña se ofreció a acercarla en una moto hasta su casa.

“Ellas la llevaron en una moto como hasta la tercera parte de camino, en donde hay como un caserío. Allí, Luz Dary entró a donde un amigo y luego cruzó la carretera para ir a una tienda a comprar unos dulces; después salió y se fue por la vía que va hasta su casa, que es la última de la vereda. Ahí ya no se puso más”, informó Sonia Teresa Arciniegas, docente de la menor.

Esa tarde, Luz Dary no regresó a la finca en donde era esperada por sus padres y dos hermanos mayores. Tras el pasar de los minutos sin tener noticias de su paradero, Yamile Rico, la madre de la menor, salió en su búsqueda. Pese a los esfuerzos, lo único que hallaron fue la gorra que ese día tenía puesta la menor.

“El papá se fue conmigo y nos fuimos a buscarla donde un compañerito que estudia con ella. Él y otro niño encontraron la gorra que ella se pone para protegerse el sol en medio de la carretera”, informó la mujer.

Para los familiares, es claro que la menor fue raptada en medio del trayecto, pues la niña de 11 años jamás dejaría olvidada su cachucha.

“En ese camino hay unos cafetales, hay una mata de guadua grande y seguramente, en ese sitio, fue donde cogieron a la niña, porque a la niña la cogieron, pues ahí encontraron la gorra y nada más. A ella no la encontramos”, aseguró la progenitora, quien además añadió que la familia desde hace un año reside en esa vereda, luego de que se mudaran de Piedecuesta.

Búsqueda y hallazgo

Ante este panorama, los familiares reportaron ante la Policía su extraña desaparición. Las autoridades iniciaron de inmediato una búsqueda junto con los organismos de socorro.

“Realizamos actividades de búsqueda y localización durante la tarde y noche del viernes y madrugada del sábado, donde unidades de la Defensa Civil, Bomberos, comunidad y demás organismos de socorro se desplazaron por todo el sector tratando de ubicar a la niña”, informó el comandante de la Policía de Santander, coronel Jaime Escobar.

Con la llegada del sábado, investigadores de la Sijín se unieron a la búsqueda. Verificaron diferentes situaciones relacionadas con la desaparición de la menor y la encontraron enterrada en un cafetal, con signos de haber sido violada y ahorcada.

“Hay un proceso investigativo ya en desarrollo, donde las indicaciones señalan y nos permiten esclarecer los hechos, pero pues al momento todo hace parte de un proceso investigativo que tiene la debida reserva que estaremos informando oportunamente cuando ya tengamos la captura del sujeto responsable de estos hechos y de inmediato la puesta a disposición del mismo ante la autoridad judicial competente”, expresó el coronel.

Según revelaron las autoridades, el presunto responsable sería un hombre, de aproximadamente 29 años, quien el sábado en la tarde se encontraba bajo custodia de la Policía.

Alteración del orden público

Hacia las 3:00 de la tarde, una vez se esparció por el municipio la desgarradora noticia, cerca de 600 habitantes se aglomeraron a las afueras de la estación de Policía y el hospital con el fin de linchar al responsable.

En este último lugar se presentaron disturbios entre la comunidad y la Policía, incluso los uniformados hicieron uso de gases para esparcir a la multitud y poder trasladar al indiciado hasta las instalaciones de la Fiscalía en San Gil.

“Hubo un disturbio, la gente intentó ingresar a la fuerza al hospital tirando piedras y efectivos policiales respondieron arrojaron gases, botaron muchísimo y la calle quedó despejada”, relató un habitante del municipio.

Ante estos hechos macabros hechos, el gobernador de Santander, Didier Tavera Amado, dijo a través de su cuenta de Twitter: “condeno y rechazo el atroz crimen que acabó con la vida de Luz Dary Guarguati, una niña de 11 años del municipio de Curití a quien apagaron sus sueños de forma aberrante. Pido a las autoridades todo el peso de la ley sobre el autor de este repudiable hecho.

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Colprensa
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Domingo, 3 de Junio de 2018
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