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El de $100.000, un billete poco visto por los colombianos

El próximo 31 de marzo se cumplen tres años de la entrada en circulación de este billete.

Son muy pocos los colombianos que han podido tener en sus manos un billete de 100.000 pesos, una apuesta que hizo el Banco de la República hace ya tres años al considerar que la economía requería de un billete de alta denominación por la alta demanda que estaba teniendo el de 50.000 pesos y por el crecimiento PIB per cápita de Colombia en las últimas décadas.

El Emisor argumentó en su momento que con esta nueva denominación la economía podría utilizar un menor número de billetes para hacer las mismas transacciones, lo que generaría una mayor eficiencia y menores costos, tanto para los agentes económicos como para la entidad.

Fue el 31 de marzo de 2016 cuando el billete de 100.000 pesos, que tiene la imagen del expresidente Carlos Lleras Restrepo, empezó a circular en el mercado, el cual también marcaba el ingreso de una nueva familia de billetes a la economía, con la cual el Banco de la República buscaba actualizar y prevenir la falsificación de la moneda con mejores características de seguridad.

El próximo 31 de marzo se cumplen tres años de la entrada en circulación de este billete, con el cual muy pocos colombianos se han podido relacionar por su baja emisión con respecto a otras denominaciones como de 20.000 pesos o de 50.000 pesos, así como porque su principal objetivo es utilizarse para transacciones de alto monto.

De acuerdo con un reporte del Banco Central, durante 2016 fueron producidos 44,2 millones de piezas de billetes de 100.000 pesos, de los cuales al cierre de 2018 solo habían en circulación 29,4 millones de piezas, que representa el 66 % del total. Esta cifra es menor con respecto a uno de 50.000 pesos, del cual se encuentran circulando 654,1 millones de piezas de la nueva familia y 587,2 millones de piezas de la antigua familia.

El Banco de la República aseguró que desde 2016 el billete de 100.000 pesos ha venido entrando en circulación de manera paulatina a través de los bancos comerciales, quienes son los principales demandantes y quienes lo utilizan para atender operaciones de alto valor en las ventanillas de cada una de sus sucursales.

“Las estadísticas muestran que la circulación del billete crece anualmente de manera importante. La cantidad de billetes de esta denominación puesto en circulación en el primer año (2016) fue de 4,5 millones de piezas; en el año 2017 entraron a circular 5,4 millones de piezas más y el año pasado entraron 19,4 millones de piezas adicionales, para que en la actualidad estén circulando cerca de 30 millones de piezas en el país”, explicó el Emisor.

Por su parte, el vicepresidente técnico de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Alejandro Vera, consideró que una de las razones por las que el billete de 100.000 pesos aún no se ve frecuentemente en la economía del país es porque no ha sido emitida la totalidad de piezas producidas por el Banco de la República.

“Los colombianos no han visto mucho este billete porque del total de piezas emitidas por el Banco de la República, aproximadamente 29 millones de piezas corresponden a los billetes de 100.000 pesos, lo cual es muy bajo y representa un porcentaje menor en la economía y no se ve frecuentemente en el mercado. Además, tenemos que tener en cuenta que este tipo de billetes de alta denominación tiene una muy baja demanda en las transacciones pequeñas y solamente está siendo utilizado para transacciones grandes”, explicó Vera.

El economista y experto en sistemas financieros de la Universidad Javeriana, César Ferrari, también reconoció que uno de los factores para que este billete no se vea con frecuencia en la economía es que la circulación todavía es muy baja y se mueven en transacciones de alto valor. Además, resaltó que el uso de medios electrónicos puede incidir en que los pagos tampoco se realicen con este billete.

“Lo más probable es que la emisión aún sea muy baja y rápidamente desaparece de la vista de las personas y se mueven en transacciones de mayor cuantía, no como puede ocurrir con un billete de 10.000 o 50.000 pesos que son frecuentemente utilizados en la cotidianidad. Además, para transacciones muy grandes cada vez se utilizan los medios de pago electrónicos o tarjetas de crédito y débito, y eso también incide en que un billete de alta denominación no haya tenido tanta masificación en el mercado”, explicó Ferrari.

Con este planteamiento coincidió el vicepresidente de Asobancaría, quien resaltó que la demanda de billetes de 100.000 pesos se da para transacciones muy grandes y generalmente se entregan en las ventanillas de los bancos. “Tenemos que tener en cuenta que para el sistema de bajo valor es menor la circulación de un billete como este y por eso en los cajeros automáticos se ven muy poco, porque lo que muestran los estudios y las cifras es que los billetes de 50.000, 20.000 y 10.000 son mucho más demandados por la gente, porque facilitan las transacciones y compras que realizan diariamente”.

Para el docente de la Javeriana, no es que el billete sea de una gran denominación respecto a monedas como el dólar, ya que representaría aproximadamente poco más de 30 dólares. Sin embargo, resaltó que en países como Estados Unidos circulan en la actualidad billetes de 50 y 100 dólares sin ningún problema.

“Otra de las razones que podrían estar relacionadas es que al ver un billete que no circula mucho y que es raro, la gente decide guardarlo o ahorrarlo, lo cual puede llevar a que se vea como una especie de novedad o colección, pero lo más probable es que la emisión ha sido muy pequeña y en pocas transacciones se agotan y esto conlleva a que no tenga una mayor circulación en la economía”, indicó.  

De acuerdo con el Banco de la República, el billete de 100.000 pesos viene teniendo una demanda para transacciones de ciertos montos, en donde resulta conveniente utilizarlos por el menor número de billetes requeridos para realizar el procedimiento.  

“Los bancos los están entregando en la medida en que son demandados por sus clientes. Por lo tanto, es normal que no sea una denominación que se utilice en las transacciones diarias de bajo valor del público y este es un comportamiento normal con los billetes de alta denominación en cualquier país”, explicó el Banco.

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Colprensa
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Sábado, 9 de Marzo de 2019
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