Las preocupaciones que empiezan a rondar el proceso de reincorporación de los desmovilizados de las Farc, por cuenta del alto porcentaje de hombres y mujeres que han salido de las antiguas zonas veredales, enfrentó este martes al Gobierno con la Misión de las Naciones Unidas que acompaña el proceso de paz.
La manzana de la discordia fue una afirmación hecha por el jefe de la misión del organismo internacional, Jean Arnault, quien aseguró que, a la fecha, apenas un 45% de los exguerrilleros que entregaron las armas permanecen en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación.
“Un muy alto porcentaje de los exmiembros de las Farc ya no están en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR). El fenómeno llama la atención”, aseguró Arnault.
Según el delegado de la ONU en Colombia, este panorama obedecería a la desilusión que ha generado la ausencia de perspectivas socioeconómicas en dichos territorios, pero también a la necesidad de los desmovilizados de reencontrarse con sus familias, hacer política y empezar un proceso de reincorporación por su propia cuenta.
Los reportes de la ONU advierten que puntos como Gallo y Policarpa se encuentran casi abandonados. En Caño Indio, Tibú, el secretario de Víctimas de Norte de Santander, también alertó que apenas un 30% de los excombatientes permanece allí.
Dura reacción del Gobierno
Las declaraciones del jefe de la misión de la ONU provocaron una inmediata y dura reacción por parte del alto comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, quien reprochó los canales usados para dar a conocer la información.
“La declaración nos parece injusta, porque siembra la sensación de que hay una especie de diáspora de los excombatientes de las Farc”, señaló.
Rivera dijo que la ONU sabe que los exguerrilleros tenían derecho a salir y entrar a las zonas y que muchos de ellos fueron vinculados a diferentes actividades.
“Más de 1.000 se han acercado a buscar proyectos productivos, más de un centenar están en proceso de entrenamiento como escoltas, otros centenares en proceso de desminado; también hay decenas de ellos como agentes de la propia reincorporación y muchos están en Bogotá en actividades políticas”, explicó.
El alto comisionado lamentó que Arnault no reconozca el ciclo político electoral en el cual se encuentra el país y que podría ser usado por las Farc para “destacar todo lo que falta y no reconocer nada de lo que se ha hecho”.
Informe de la Defensoría
Recientemente, la Defensoría del Pueblo presentó un informe sobre los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, en el que además de otros aspectos, evaluó el proceso de reinserción a la vida civil de los exguerrilleros.
Al respecto, la entidad admitió, al igual que la ONU, que la población en estas zonas es fluctuante, por la autonomía que tienen para entrar y salir de los espacios.
La Defensoría destacó que estas actividades pueden ser vistas como “una oportunidad para favorecer la reincorporación”, al tiempo que resaltó que cuando los excombatientes son convocados a programas de formación o cualquier otra actividad, la mayor parte de miembros retorna.
No obstante, para ellos lo que preocupa es que esta circunstancia dificulta la caracterización de la población y de alguna forma hace que se pierda el control sobre las personas que se han retirado de manera definitiva del proceso, ni permite saber cuántos han ido a parar a las disidencias.
