El viaje a Aruba para su despedida de soltera, terminó en toda una pesadilla en una cárcel de Bogotá para la ibaguereña Johana Milena Ospina.
La ingeniera civil llegó al aeropuerto El Dorado lista para salir, pero allí fue requerida por agentes de la Policía que le notificaron que tenía una orden de captura contra ella por el delito de secuestro extorsivo.
La orden fue expedida por una Fiscalía especializada de Medellín.
La tolimense fue presentada ante un juez de control de garantías, que por solicitud del ente acusador la envió a la penitenciaría el Buen Pastor.
Óscar Armando Ospina, hermano, relató que “en 2002 una persona llamada Johana Milena Ospina con un alias de quien en el informe hay una foto que no se parece a mi hermana, entre otras fallas que encontramos”.
Pese a las inconsistencias que contó Ospina, su pariente ahora está en la penitenciaría.
Sin embargo, el sábado esperaban que desde Medellín enviaran un documento para que la mujer que se casa este mes quedara nuevamente en libertad.
La persona con la que confundieron a la ingeniera es una guerrillera del Eln.
La delincuencia
Mientras la ibaguereña padece lo que sus familiares catalogan como una injusticia, en su natal ciudad la delincuencia no ha dado tregua.
El hecho más reciente ocurrió en la madrugada del viernes en la Tienda del Café, donde ingresaron y se llevaron varios millones en licor, pese a que la Policía dice que los hurtos disminuyeron en un 38 por ciento, en comparación con el 2016.
En lo corrido de la semana ya son varios los robos en locales comerciales de la capital del Tolima y la comunidad indignada se queja a través de las redes sociales.
Otro suceso ocurrió en la avenida Ferrocarril entre las calles 41 y 42 donde funciona Magic Dental IPS.
Una de las funcionarias contó que a las 5 p.m. cuando un señor llegó en una motocicleta y la doctora le abrió la puerta: “Dijo que venía a solicitar una cita para el hijo”.
El individuo se fue y pasados unos cinco minutos regresó, pero sin el supuesto hijo y con un arma de fuego intimidó inicialmente a una cliente que estaba en la sala de espera: “A ella le puso un arma de fuego en la cabeza y le pidió el bolso”.
