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Colombia
Inpec, atento de la seguridad de Rafael Uribe Noguera
El arquitecto permanece desde hace 4 meses en el área más segura de la cárcel de La Picota de Bogotá.
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Colprensa
Colprensa
Jueves, 30 de Marzo de 2017

En la tarde del miércoles, la dirección de La Picota ordenó extremar las medidas de seguridad del condenado Rafael Uribe Noguera. 

Es decir, que no solo seguirán grabando en videos el curso de sus alimentos (para evitar un envenenamiento), sino que aumentarán el número de rondas de vigilancia. Además estarán pendientes de que no tomé alguna determinación en su  contra, tras conocer los 51 años a que fue condenado por el brutal asesinato y violación de la niña Yuliana Samboní, de siete años.

El arquitecto permanece desde hace 4 meses en el área más segura de la cárcel de La Picota de Bogotá que se conoce como la Eron, reservada para extraditables. Un sitio aislado donde hay entre 15 a 20 internos. Cada celda cuenta con un inodoro, una regadera, un catre de cemento para dormir y un lavamanos. 

Desde allí, escribió una carta, que se filtró ayer a la prensa, la cual dijo que se la envió a su familia, pues por ahora no estaba dispuesto a dar ninguna declaración pública.

Perdón

En dicha carta, escrita de su puño y letra en una libreta de notas anillada y cuya fecha de elaboración no se precisa, comienza diciendo: “desde mi corazón y con todo mi amor les pido perdón”. 

El confeso asesino lamentó los hechos ocurridos en diciembre pasado y que terminaron costándole la vida a la menor de edad.

Tres cortos párrafos muestran lo que sería su arrepentimiento, excusándose con la familia de la pequeña Yuliana y deseando que un hecho como el que protagonizó nunca se repita.

“Mi verdadero y único deseo en estos momentos es que la juventud y todas las personas sean conscientes del flagelo que causan las drogas y el alcohol en la sociedad, en las personas y en su alma (…) el peor error de mi vida fue entrar en ese infierno en la Tierra y no haber logrado salir de él”, dice el condenado refiriéndose a sus adicciones, como responsables del hecho. 

Y agrega “desde el mismo instante que pasaron los hechos de los cuales me desconozco a mí mismo, y hasta este momento, he esperado que se aclaren los hechos y que sea la verdad la que salga a la luz haciendo que la justicia prime sobre todo”.

Así concluye la carta de Uribe, la misma que abrió con la expresión “queridos míos”.

Críticas

Por ahora, han sido más las críticas que la satisfacción por la condena a Rafael Uribe Noguera, emitida por el Juzgado 35 de Conocimiento de Bogotá.

La vicefiscal general, María Paulina Riveros, anunció que la entidad apelará la condena de 51 años de Rafael Uribe Noguera, al considerar que el sentenciado debe pagar una pena superior.

Riveros indicó que la entidad le solicitará al Tribunal Superior de Bogotá que se imponga una pena de 60 años de prisión, la máxima en Colombia.

Según abogados, la pena que enfrenta Uribe Noguera podría convertirse en 35 por derechos de estudio y trabajo y a los 73 años podría recobrar su libertad.

Mientras el Tribunal se pronuncia, en segunda instancia, Uribe Noguera continuará solo en su celda, pues  tampoco se le permite el contacto con otros internos, ni siquiera durante la hora de sol que puede tomar a diario. Una medida extrema tomada por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) por su seguridad, ya que podrían agredirlo otros internos, en represalia por los hechos cometidos y repudiados por la sociedad. 

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