Aunque se hizo famosa por posar al lado de lujos en Estados Unidos, investigada por corrupción, Jenny Ambuila ahora posa con un cartel del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), que la identifica como una de las internas del complejo penitenciario de Jamundí, Valle del Cauca.
Su vida se conoció hace unas dos semanas, cuando la Fiscalía General de la Nación anunció la desarticulación de una banda, con integrantes de la Dian, dedicada a los negocios ilícitos en el puerto de Buenaventura, en el pacífico colombiano.
En la imagen conocida por los medios de comunicación este lunes, Ambuila se ve sin maquillaje y sin peinar, todo lo contario a como registraba en las imágenes que se conocieron el día que se hizo famosa por su extravagancia.
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Su opulencia en redes sociales y sus deseos de figurar le costaron mucho más relevancia, pues ha sido criticada, además de por el hecho de hacer parte del escándalo de corrupción, por sus publicaciones alrededor de lujos, gastos y productos costosos.
Incluso, Carlos Charry, doctor en Sociología de la Universidad del Rosario, le dijo a este diario que el caso Ambuila, “por un lado representa la necesidad de exponer la vida privada en las redes sociales, algo que en este caso permitió develar una red criminal. Del otro, una marcada necesidad por demostrar es a través de los bienes materiales como se adquiere un status social”, dijo el experto, quien adujo el interés social de llevar una vida de lujos, a pesar de que se acostas de actividades criminales, como sucedió en este caso.
Entre los delitos que pudo haber cometido la mujer, se encuentran lavado de activos, que está contemplado en el artículo 323 del código penal y el de enriquecimiento de particular en el 327.
De acuerdo con el Código Penal, se incurre en el delito de enriquecimiento ilícito de particular si un individuo “de manera directa o por interpuesta persona obtenga, para sí o para otro, incremento patrimonial no justificado, derivado en una u otra forma de actividades delictivas incurrirá, por esa sola conducta, en prisión de noventa y seis (96) a ciento ochenta (180) meses y multa correspondiente al doble del valor del incremento ilícito logrado, sin que supere el equivalente a cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
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Aunque se conoció esta imagen, hay que recordar a que la mujer la justicia le dio casa por cárcel, pero, cuando fue a pagar la pena en la que era su casa en arriendo, se conoció que debía, por lo menos, 30 millones de pesos por el canon, algo que según la defensa ya fue puesto “al día”.
Ambuila está detenida desde el pasado 31 de marzo, cuando un juez ordenó medida de aseguramiento contra ella, sus padres (Ómar Ambuila y Elba Chará) y otras personas implicadas en este caso que ocurrió en el interior de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) de Buevanentura.
