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La historia de amor de la primera pareja ciega que podrá adoptar en Colombia
El hogar también lo constituyen dos perros guías: Asahi, que en japonés significa el sol de la mañana, y Sayuni que significa mi princesita.
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Colprensa
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Domingo, 4 de Julio de 2021

Luisa Fernanda Moreno, una mujer con discapacidad visual se convertirá en madre junto a su esposo Mauricio Vásquez, también ciego, gracias al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF los notificó como aptos para adoptar. Un acontecimiento histórico e incluyente.

El proceso empezó el 14 de febrero de 2020. Desde ese momento han pasado todos los protocolos y trámites respectivos con el anhelo de convertirse en padres. En el mes de diciembre del 2020 concluyeron sus talleres de capacitación. En marzo del 2021 tuvieron la visita domiciliaria y les notificaron en abril de este año idoneidad para adoptar. Ahora están esperando la llegada de su hijo o hija.

El hogar también lo constituyen dos perros guías: Asahi, que en japonés significa el sol de la mañana, y Sayuni que significa mi princesita.

“Yo creo que este proceso de adopción es literal un embarazo, pero del corazón; siento la misma ansiedad y deseo que cualquier mujer que tiene un embarazo en el vientre de que llegue nuestro bebé. Aún sin conocerlo ya lo amamos” afirma Luisa Moreno, quién siempre ha sido una abanderada del empoderamiento femenino y de las mujeres con discapacidad.

A los 12 años, Luisa quedó ciega y desde ese momento su vida cambió radicalmente. Dejó sus estudios y junto a su familia comenzó un intenso recorrido a través de citas médicas y visitas a centros especializados para discapacidad visual. “Asimilar el duelo y aceptar que estaba ciega fue un proceso muy difícil, desde los 12 años hasta los 19 años me encerré en mi casa pues prefería no salir ni hacer amigos”, asegura Luisa.

A los 19 años comienza a explorar el mundo con la ayuda de su perra guía. Esta experiencia le dio el valor para afrontar de manera contundente su discapacidad visual y enseñarles a sus padres que ella era capaz de afrontar riesgos y de hacer muchas cosas por sí misma.

Con esa voluntad entró al Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos – CRAC en dónde aprendió a leer y escribir en braille y posteriormente ingresó a estudiar Sistemas en el SENA. Gracias a ello trabajó como formadora en el programa Convertic del Ministerio de Tecnologías de Información y las Comunicaciones, en alianza con el Instituto Nacional para Ciegos, INCI.

En Colombia hay 1.948.332 personas ciegas o con baja visión, según el último censo del DANE en el año 2018.

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