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La historia del policía bumangués asesinado en Cali por delincuentes

El uniformado acudía a prestar su servicio en un operativo por hurto.

Cumpliendo con su deber en la Policía, como a diario lo hacía, el patrullero bumangués Ricardo Alexis Márquez Martínez, de 39 años de edad, halló la muerte a manos de la delincuencia.

Pese a que el ruido de las balas se escuchó fue en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca, en momentos en que el uniformado acudía a prestar su servicio en un operativo por hurto, el dolor llegó hasta la capital de Santander y sus alrededores, en donde familiares y amigos lamentaron con dolor la pérdida, al mismo tiempo que lo recordaron con aprecio y cariño. 

EL LLAMADO

El desafortunado hecho, que enluta hoy a la institución policial y a una familia bumanguesa residente en la Ciudadela Real de Minas, sucedió a las 11:30 de la mañana del pasado martes, cuando Márquez Martínez y otro compañero recibieron una llamada que advertía sobre un hurto que se estaba llevando a cabo en el sector de La Papelera, del barrio Poblado Campestre, en Candelaria.

Los uniformados ya iban rumbo a la estación a entregar turno, pero fieles a su labor de servicio decidieron devolverse y atender la emergencia.

“Al ver la presencia policial, los delincuentes emprenden la huida y sobre el sector del Puente de Juanchito, en la vía Cali-Candelaria, esgrimen sus armas de fuego contra los uniformados, ocasionándole la herida al patrullero”, reportó la Policía mediante un comunicado.

Márquez sufrió una herida en el abdomen y fue trasladado inmediatamente a un centro asistencial, donde minutos después murió. Los agresores se movilizaban en una motocicleta Yamaha RX.

“Ellos se devolvieron a atender el caso y al llegar la patrulla paró, él (Ricardo) fue el primero que se bajó y lo impactaron. Dicen que todo fue por el hurto de un celular”, relató Katherine Márquez, la única hermana del fallecido.

CARRERA EXITOSA

De los 16 años que llevaba Ricardo Alexis integrando la Policía, desde hace 13 estaba en el Valle del Cauca, departamento que lo acogió a él, a su esposa, con quien estaba casado desde hace 15 años, y a sus dos hijos: un niño de 13 años y una pequeña de año y medio.

Su objetivo era gestionar este año un traslado para la Policía Metropolitana de Bucaramanga, para estar más cerca de sus demás parientes. Al fallecido le faltaban tres años para obtener su pensión.

“Él fue un Policía de Carreteras casi siempre, pero hace poco lo habían cambiado a vigilancia por cuadrantes. A raíz de eso, quería regresar a vivir aquí (Bucaramanga)”, agregó la hermana.

Según un comunicado de la institución, el oficial tenía en su hoja de vida 56 felicitaciones y seis condecoraciones que destacaban su gran labor policial. Sus familiares dieron testimonio de esto.

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Colprensa
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Viernes, 6 de Abril de 2018
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