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A los 115 años murió en Casanare la 'matrona' más vieja del Llano

Nieves Flórez Blanco no aprendió a leer ni a escribir, pero su sabiduría era inigualable.

“Con el adiós de Nieves Flórez Blanco se nos va un pedazo de folclor, se pierde parte de la historia… era una ‘matrona’ de ese llano de embrujo, misterios y leyenda que ya casi no nos queda”, dijo con nostalgia el folclorista casanareño, Omar Niño Rueda, sobre la muerte en Yopal de la bailadora maniceña quien recién cumplió 115 años de edad.

La ‘doña’ Nieves, nació el 31 de diciembre de 1900, en un hogar de venezolanos que se asentaron en el Paso Real de Guariamena, posada de vaqueros a orillas del río Cusiana, en Maní (Casanare).

No aprendió a leer ni escribir pero desde niña se llenó de la sabiduría del ganado, los cultivos y la posada de sus padres, y desarrolló una afición particular por el baile y un amor por la música que la convirtió en cabeza de una estirpe de intérpretes de bandola y música llanera que dejó como herencia para los casanareños.

“Los Flórez, una pléyade de excelsos intérpretes de música llanera, son algo así como los ‘Zuleta’ del llano, para hablar en términos costeños”, agregó Omar Niño.

Precisamente, su gusto por los “parrandos”, las grandes fiestas de llaneros que podían durar por varios días, la convirtieron en una célebre bailadora del joropo antiguo y del baile del araguato.

“El valor cultural de una mujer como la ‘doña’ Nieves era su conocimiento de una forma cadenciosa, coqueta y elegante de bailar joropo, en estilo ‘valseado’, no con el zapateo que conocemos hoy en día”, dijo Doney Riaño Silva, estudioso del folclor llanero.

El experto agrega que esa forma de baile antiguo, prácticamente desaparecida, se practicaba en los grandes bailes llaneros conocidos como el “San Pascual Bailón”, donde la bandola era el instrumento que predominaba.

Así la recuerda, Miller Giraldo Flórez, uno de sus nietos:

“De ella yo aprendí el valor del trabajo honesto, cuando uno llegaba a la casa de la abuela nada hacía falta… ella tenía de todo… eso sí: no fallaba en los grandes parrandos y en las grandes fiestas de llano con su alegría, sus bailes y sus coplas…”, dijo.

La ‘doña’ Nieves, fue mujer de un solo hombre, Pedro Luis Porras Chaparro, con quien procreó nueve hijos que le dieron una extensa prole que Juliana Gutiérrez Giraldo, la bisnieta que la acompañó a la hora de la muerte, calcula en 80 nietos, entre 160 y 170 bisnietos y, al menos, 30 tataranietos.

“Descansó con placidez… ella se despidió muy tranquila porque dio todo lo que tenía a su familia y gozó del folclor llanero que era lo que más quería”, recuerda Juliana Gutiérrez.

Entre sus herederos musicales más ilustres se cuentan la cantante Helda Flórez y su sobrino, Pedro Flórez, excelso intérprete de la bandola, en cuyo honor se realiza anualmente en Maní el festival folclórico de la bandola criolla.

Otra de las prodigiosas habilidades de la ‘doña’ Nieves fue el repentismo de la copla que a modo de contrapunteo entre hombres y mujeres se cantaba en los parrandos de antaño en medio de las canciones.

“A viva voz… interrumpiendo las canciones, en un momento del baile, alguien gritaba… ‘ahí está la bamba para el parejo…’ que la mujer aprovechaba para lanzar una copla satírica que se saludaba con aplausos y algarabía y que minutos después recibía una respuesta parecida”, recordó el folclorista Doney Riaño.

Esa habilidad la mantuvo la matrona llanera hasta bien entrada en años.

“Ella perdió sus facultades de vista y oído como a los 112 años, hasta esa edad, en las fiestas con sus compañeros, nos cantaba coplas y canciones, y bailaba con gran entusiasmo”, recordó María Quijano, quien administró la Casa Hogar Otoño, un hogar de ancianos en Yopal, donde Nieves Flórez vivió sus últimos años de vida.

En medio de un triste concierto de bandolas, una de las últimas matronas del llano fue sepultada a orillas del río Cusiana, en Maní, la tierra donde nació y que tantas veces la escuchó decir una frase que se convirtió en su lema de batalla musical… “Ahí perdone lo mal baila’o…”, les decía a sus parejos antes de alistarse para el próximo joropo.

*Por Luis Martín Mesa | Colprensa

Viernes, 12 de Febrero de 2016
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