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Colombia
Mataron a un electricista por una botella de ron
Según los médicos, de haber llegado dos horas antes a ese centro médico, se hubiese salvado.
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Colprensa
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Viernes, 5 de Enero de 2018

Dos horas hicieron la diferencia para romper la delgada línea entre la vida y la muerte. 

Dos horas que pudieron salvar la vida de Ronald Rafael Cabarcas Moranto, quien murió en una clínica luego de recibir tres cuchilladas en medio de un riña en Santa Rosa de Lima, que empezó por una botella de ron. 

La víctima, quien deja dos hijos, tenía 28 años y vivía en la calle 2 del barrio Fredonia, en Cartagena. Era electricista automotriz y nació en Santa Rosa de Lima. Por ello, el 29 de diciembre decidió irse a ese municipio a pasar fin de año con familiares.

Pero allá solo lo esperaba la mala hora. El primero de enero, decidió continuar celebrando y se fue al barrio El Sagrado a un baile de picó, organizado por la alcaldía municipal.

Todo iba bien para el electricista, quien al ver que los tragos le estaban haciendo efecto, decidió entregarle sus dos celulares a la mujer de su compadre. Con estas dos personas y otros amigos y familiares estaba departiendo.

“Antes de morir nos contó que en ese momento ya se iba para la casa y se acordó que le había dado los celulares a la mujer de Orley Barboza, pero cuando se los pidió, ella le contestó que los habían empeñado”, dijo Eliana.

Los parientes de Ronald aseveran que eso fue lo que le molestó y ello dio paso a una discusión.

Se dice que otro hombre que estaba en el lugar, a quien apodan El Flaco, le dijo que él había empeñado los celulares por una botella de ron.

Esta situación generó una riña y cuenta que el electricista le dio un puño a El Flaco y varias personas se metieron en la pelea.

En medio de la confusión, sería El Flaco, quien sacó un cuchillo y atacó a Ronald, quien sufrió dos heridas en el pecho y otra en el tórax.

Pese a estar herido, el electricista pudo salir del sitio por su cuenta. Iba rumbo a su casa, cuando miembros de la Defensa Civil lo auxiliaron, llevándolo al hospital del municipio.

Allí le suturaron las heridas, pero no notaron que uno de sus pulmones estaba afectado y  le dieron de alta. Sin embargo, su salud se agravó y fue remitido a la Clínica La Ermita, pero  mientras le hacían la intervención, sufrió un paro cardiaco y murió.

Según los médicos, de haber llegado dos horas antes a ese centro médico, se hubiese salvado.

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