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No se pueden entender los sesenta sin su rock: Diana Uribe

Para la historiadora este género musical es importante en la revolución política y cultural.

Los años sesenta han estado presentes en la vida de Diana Uribe desde su época de estudiante de Filosofía y Letras de la Universidad de Los Andes, en donde se graduó con una tesis sobre los movimientos juveniles de la década de los sesenta.

Continuó con su ingreso al mundo de la radio con un programa dedicado especialmente a todos los acontecimientos claves que ocurrieron en esa convulsionada década, ‘Imaginarios del rock’. Además, por diez años dictó la cátedra ‘Contracultura y posmodernidad’.

Lo curioso, cuando empezó en 2008 con sus trabajos editoriales en los que combina el formato del libro con sus narraciones en formato de CD, es que los sesenta no fue su primera opción. Realizó trabajos sobre 'La Historia de las Civilizaciones', 'El Siglo XX', 'La historia de las Independencias', así como lo ocurrido en África.

“Ahora que publicamos ‘Contracultura, los movimientos de los años 60 hacia la utopía’, el trabajo sobre los movimientos de los años sesenta, quienes me conocen bien me dicen que este debió ser mi primer trabajo editorial, y tienen razón, porque esta década la he estudiado tanto que ha sido mi verdadero proyecto de vida hasta que decidimos publicarlo, lo que nos llevó un año de trabajo de selección e investigación”, comentó Diana Uribe.

Pero en este proyecto no estuvo sola. Esta vez contó con el trabajo de Alejandra Espinosa, su hija de 24 años, con quien ya había colaborado en su proyecto editorial ‘África, nuestra tercera raiz’.

“Ella hizo su propia investigación y tener una interacción constante y minuciosa en cada uno de los temas que tratamos en cada uno de capítulos de este proyecto".

En ‘Contracultura, los movimientos de los años 60 hacia la utopía’ mantiene el formato editorial que ha caracterizado los trabajos de Diana Uribe. Es un libro de gran formato, fino papel, fotografía a color y dos discos compactos con más de seis horas de audio con las narraciones realizadas por la propia Diana Uribe

“Cuando surgió la idea de hacer el primer trabajo editorial, me decían que hiciéramos un libro, pero siempre les dije que lo mío era la narración oral, por lo que, acertadamente, decidieron combinar las dos cosas y a los lectores les ha gustado mucho esta especie de formato de audiolibro”.

Décadas atrás

Al empezar el recorrido por las páginas de este libro, el lector se encontrará con la figura de Abbie Hoffman, quien para Diana, representa muy bien el perfil de la juventud activista que surgió en los años sesenta, al ser uno de los fundadores del Partido Internacional de la Juventud, perseguido y acusado por traficar cocaína.

“Fue uno de los hombres más críticos y lúcidos del siglo XX, quien entendió su época e intentar desarrollar una visión de conjunto en un momento en que la Humanidad no parecía estar preparada para ello”.

Así, se le empezó a dar forma al denominado movimiento ‘Hippie’, tan representativo de los años sesenta. “No se les ha dado el valor que ellos realmente merecen, porque cuando vieron que su idea de vida no iba acorde al sistema, no lucharon contra él, se salieron del sistema”.

Para Diana Uribe, ellos lo cambiaron todo, donde la metáfora y el humor podrían bien ser unas buenas armas de lucha, como protestar contra Wall Street parándose frente a la Bolsa de Nueva York y comerse el dinero. Las luchas simbólicas.

“Nosotros estamos aquí para construir un mundo mejor. La lección que nos dejó la década de los sesenta es que las personas que se preocupan lo suficiente por hacer el bien, pueden cambiar la historia”, una de las frases de Abbie Hoffman con las que Diana Uribe inicia el libro.

“Fue una época en la cual se acabó con la segregación racial, que en Estados Unidos era como un Apartheid pero mucho más viejo que el vivido en Sudáfrica. Por esa misma línea se acabó con la idea de que la mujer era un ciudadano de segunda clase y se le permitió desarrollarse profesionalmente y como persona”, comentó Diana Uribe.

Y agregó, “Ellos lucharon por los derechos civiles, pero entendiendo que de nada servirán las leyes si no hay un cambio de mentalidad. Se requiere de una nueva valoración, porque si bien este Nuevo Mundo, para quienes llegaban era la tierra de las oportunidades y la libertad, pero no fue así para los africanos, quienes llegaron como esclavos, dejando su tierra natal atrás, donde sí eran libres”.

Los años sesenta es la década de la Contracultura, donde la música soul y Muhammand Ali son vitales para elevar el autoestima de la comunidad negra y que las palabras de Martin Luther King generaran un impacto que permitieran el cambio.

Entre movimientos

Una década de historia en 350 páginas no es fácil, y al final decidieron que la mejor alternativa era desarrollarlo por movimientos, acomodados en la línea en que la historia los iba entrelazando.

“Movimientos que tenían un mismo objetivo, la igualdad, que todos disfrutaran de los mismo derechos y sin esas divisiones por sexo, edad, raza o creencias”.

El tema de Vietnam es clave en este libro, y no hace mucho, Diana tuvo la oportunidad de visitar dicho país, “allí no hay rencor porque saben que Estados Unidos perdió la guerra y han podido reconstruir su sociedad”.

Vietnam y la Guerra Fría enmarcan el fuerte contraste que se vivía en los sesenta, “Por un lado, la búsqueda de la utopía, el cambio, la búsqueda de los derechos sociales y poner temas sobre la mesa como el medio ambiente, que antes no se tenía en cuenta. Por otro lado las guerras en zonas como Vietnam y la presión de la Guerra Fría que amenazaba con una destrucción total”.

La comunidad gay también estuvo en la lucha, y según Diana Uribe, vivieron momentos desgarradores y más difícil que las comunidades afro y las mujeres, “porque ellos tenían que salir y probar que lo suyo no era una enfermedad, y eso, fue realmente complicado, porque eran discriminados y perseguidos”.

Y para el cierre, en la ‘Contracultura’ no podía faltar la música, “el rock es importante en la revolución política y cultural, porque es el relato vivo de las movilizaciones. Bob Dylan supo interpretar, como pocos, lo que estaba ocurriendo y lo relató en sus canciones. No se pueden entender los sesenta sin su rock.

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Colprensa
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Lunes, 28 de Noviembre de 2016
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