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Preocupa que el Eln pueda interferir en el panorama electoral del 2018: MOE

Alejandra Barrios dice que el país va a ciegas en la contienda electoral.

Desde ya se han empezado a ver movimientos políticos de cara a las elecciones de 2018. Sin embargo, todavía falta tiempo para que se terminen de develar las estrategias de los precandidatos y partidos políticos.

No obstante, distintos analistas coinciden en que, contrario a lo que usualmente sucede, aún no se tiene certeza de nada y el panorama no está claro. Con este planteamiento coincide Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), quien dice en entrevista con Colprensa  que el país va a ciegas a la contienda electoral del próximo año.

-¿Cómo se está preparando la MOE para la jornada electoral de 2018?

Nos hemos estado reuniendo para realizar la planeación estratégica. En estos días vamos a definir cómo será el despliegue nacional para las elecciones. Incluso tenemos contemplado una observación especial por si al final se decide que va a haber circunscripciones de paz. Para toda la jornada tenemos pensado movilizar cerca de 7.000 observadores, sin incluir los equipos internacionales.

-¿Cómo sería la estrategia de veeduría para los territorios en caso de que al final se den como aprobadas estas 16 circunscripciones?

Tendríamos que tener alrededor de 330 observadores en los municipios. Pero debemos esperar a que se decida qué va a pasar. Lo cierto es que para estas elecciones, a diferencia de las anteriores jornadas electorales, con este tema nos implica un esfuerzo extra en todos los sentidos porque estamos preparando jornadas paralelas.

-¿Por qué hay un esfuerzo extra? 

Porque el Congreso del República tomó una mala decisión al solo habilitar las zonas rurales de las circunscripciones especiales de paz para votar y dejar por fuera las cabeceras municipales. Con esa medida, debemos desplegar personal por 177 territorios en los que hay déficit de inscripciones de cédula y de votación y la movilidad es complicada.

-¿Significa esto que el presupuesto que se debe asignar para la veeduría en el 2018 debe ser mayor al de las pasadas elecciones?

Sí. Aunque estamos haciendo los cálculos, sabemos que el presupuesto sí será superior. Con la limitación a las zonas rurales, es más costoso moverse, no hay carreteras en esos territorios y este tipo de observación será diferente porque tendrá un despliegue especial por tratarse de organizaciones sociales que presentan víctimas para que sean candidatos y porque son territorios en los que todavía hay disputa de grupos armados ilegales. Esto también influye en los costos.

-Usted llamó un error la forma en la que se definieron las zonas en las que se votarían las circunscripciones especiales de paz. ¿Se equivocaron  también los congresistas al hundir la reforma política? 

Esa reforma tenía que hundirse porque independientemente de lo que digan los Acuerdos de Paz, el debate de la reforma política debe ser qué tipo de democracia queremos tener y cuál es la que necesitamos. De acuerdo a estas tesis es que se debe hacer la reforma política.

-Para usted ¿qué necesita tener una reforma política útil para el país?

Necesitamos una autoridad electoral que sea capaz de controlar y vigilar a los partidos políticos realmente, que sea independiente y descentralizada. También es importante que sepamos cómo se financian las campañas políticas  y que se evite que los recursos ilegales entren a ellas. Esta reforma estaba hecha para las elecciones de 2018. Cada partido se le midió y dijo esto es lo que yo necesito para tener mis curules. Era un desastre, hubiéramos echado para atrás.

-Y en cuanto a los partidos políticos ¿qué debería tener esta reforma? 

Necesitamos unos partidos que sean democráticos internamente y que no sean cascarones de poder. Nuestros partidos son escenarios donde se concentran los poderes políticos de las regiones y son ellos los que toman las decisiones. No tienen militantes ni afiliados reales.

-Hablemos del panorama electoral...

En estos momentos todo es incierto. Podemos decir que estamos a tientas  porque no sabemos qué va a pasar. Creo que las elecciones de 2018 van a ser las más interesantes en los últimos años. Es la primera vez que no podemos leer el panorama. En las otras elecciones la gente podía acercarse y atreverse a decir quién ganaría las elecciones, pero en estas todo es incierto.

-Frente a esto ¿qué podemos decir del papel que tendrán los grupos armados ilegales en esta contienda electoral?

Esa es una de las grandes incógnitas de estas elecciones. Es uno de los temas más difíciles de saber.  Honestamente estamos preocupados por lo mismo, porque no sabemos cómo van a actuar los grupos armados ilegales en Tumaco, por ejemplo. ¿Tendrán interés en interferir en las elecciones?  ¿Qué harán las disidencias de las Farc, los grupos que se dedican al narcotráfico, los que se dedican a la minería ilegal, al contrabando?

-¿Qué  pasara con las zonas  que antes controlaban las Farc durante las elecciones?

Hay una realidad de facto y es que cuando esta guerrilla salió de esta zonas empezaron con la disputas de los territorios, pero no sabemos cómo van a actuar porque no sabemos si realmente les interese la política. Hay grupos netamente interesados en controlar los cultivos de coca y mantener las rutas para transportarla. Por ahora, también seguimos en esa incógnita. Pero sí preocupa la realidad local de estos territorios.

-¿A qué se refiere con que preocupa la realidad local de los territorios?

A los asesinatos de líderes en las regiones, porque si analizamos estos están relacionados con la actividad política que viene. Nos tenemos que preguntar ¿cuál es el impacto que tiene cuando estos grupos asesinan a personas donde se concentran las circunscripciones especiales de paz o a líderes que defienden las políticas de restitución de tierras pero con mejores condiciones?

-¿Cómo prevé el papel del Eln en la contienda de 2018? 

Preocupante, porque el cese al fuego del Eln es muy extraño. La MOE incluso pidió que se extendiera para las elecciones, pero yo creo que todos sabemos que hay una crisis en el proceso porque, por ejemplo, pareciera que no hay buena comunicación con las tropas que están al sur del Chocó y los jefes negociadores en Quito. Hoy, claramente, podrían ejercer cualquier tipo de acción o interferencia al proceso electoral.

-¿Cómo podía ser la interferencia de esta guerrilla en la contienda electoral? 

La interferencia del Eln siempre ha sido anecdótica. Se traduce en que hay poblaciones enteras que no pueden movilizarse y quedan confinadas en los territorios porque se declara paro armado. Es decir, que se les niega la posibilidad de ejercer el derecho al voto. Pero son las autoridades las que deben impedir que esto pase porque la zona rural de Colombia es frágil por la falta de presencia del Estado.

-A nivel político ¿cómo ve las fuerzas de las Farc en los territorios?

Hay expectativa de cómo va a funcionar el ejercicio de política de las Farc, pero creo que se está sobredimensionando su participación porque no hay nada que indique que ellos van a ser el gran fenómeno político, porque el control electoral que hacían ellos consistía en impedir que la gente votara, ahora están invitando a la participación democrática, pero sin armas.

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Colprensa
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Domingo, 10 de Diciembre de 2017
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