El presidente de la República, Juan Manuel Santos, ordenó reabrir la vía que comunica a Bogotá con Villavicencio, que se encontraba cerrada desde el pasado miércoles como medida preventiva ante la inminente caída de la parte que quedó en pie del puente Chirajara.

“Después de reunirme con @MinTransporteCo y el concesionario, y de evaluar un plan de medidas de prevención y seguridad presentado por Coviandes, he dado la orden de reabrir la vía al Llano para beneficio de los llaneros y todos los usuarios de este importante corredor”, señaló en Twitter.

La decisión de cerrar la vía fue tomada el pasado miércoles en horas de la noche por el ministro de Transporte, Germán Cardona, luego de recibir los resultados de la investigación que se abrió por el desplome de una parte del puente atirantado de Chirajara.

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El informe de la interventoría de la obra evidenció que la estructura colapsó debido a problemas en el diseño y la construcción del puente, por lo que es inminente la caída del sector que quedó en pie, razón que llevó a las autoridades a tomar medidas de emergencia para evitar más tragedias.

Sin embargo, la medida generó un fuerte rechazo de diferentes sectores, principalmente de la gobernadora del Meta, Marcela Amaya, y el alcalde de Villavicencio, Wilmar Barbosa, quienes aseguraron que la decisión se tomó sin consultar con las autoridades del departamento y sin considerar la afectación económica y de movilidad que les genera este cierre.

“Entendemos que ante esta contingencia la prioridad sea preservar la vida de los usuarios de la vía y sus trabajadores, pero de manera enérgica rechazamos la decisión de las autoridades nacionales de cerrar indefinidamente la vía al Llano, por el impacto negativo que sobre la ciudad de Villavicencio, el departamento del Meta, y las demás regiones de la Orinoquía tiene tal disposición”, indicaron.

El Gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, también solicitó tomar medidas urgentes ante el cierre de esta importante vía, porque está generando un grave impacto en diez municipios de la provincia de oriente y, principalmente, en la economía del centro del país.

“Solicitamos al ministro de Transporte, Germán Cardona, atender el clamor y las peticiones de nuestros alcaldes y empresarios del oriente cundinamarqués. Se debe habilitar de inmediato la movilidad en la vía entre Bogotá y Villavicencio”, indicó Rey, al tiempo que resaltó que por este corredor ingresa una quinta parte de los alimentos para la central de Abastos de Bogotá (Corabastos).

“Pedimos a Coviandes los correctivos inmediatos para que se habilite esta vía, ya que el 20 % de los alimentos que ingresan a Corabastos lo hacen por este corredor y están en riesgo cerca de 1200 toneladas”, explicó el gobernador de Cundinamarca.

Sectores afectados

Una de las principales preocupaciones recae sobre los productores de alimentos de esta región del país, quienes tendrían dificultades en el transporte y los sobrecostos en la comercialización de sus productos, lo que generaría un incremento en el precio de algunos alimentos para los consumidores.

El presidente de la Sociedad Colombiana de Agricultores (SAC), Jorge Bedoya, manifestó que esta decisión genera una grave afectación a los sectores agropecuarios del país, por los sobrecostos que se generarán, así como por la pérdida de alimentos perecederos.

“Estamos muy preocupados porque es una decisión que nos coge a todos por sorpresa. Solo por poner dos ejemplos: el 50 % de la carne de cerdo que se consume en Bogotá vienen de los llanos orientales, así como el 60 % de la carne de res, esto va a generar sobrecostos, porque el tránsito por la vía alterna puede tomar cerca de quince horas, y se pueden presentar mermas en alimentos complicando mucho la situación de los productores del sector”, indicó Bedoya.

De acuerdo con el dirigente gremial, los sectores más afectados serían porcicultura, avícultura, algunas frutas, y en general la comunidad agropecuaria que depende del mercado de Bogotá para vender sus productos. “Estos sectores van a sufrir serios estragos dependiendo de lo que dure el cierre de esta vía, entendemos que la prioridad es la seguridad de las personas, y esto lo respaldamos, pero los sobrecostos van a ser inmensos, dependiendo de lo que dure esta medida”, manifestó.

Con esta postura concuerda el ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, quien indicó que "cada minuto que pasa con la vía al Llano cerrada, son pérdidas y angustias incalculables para los agricultores y ganaderos de medio país. Tenemos animales, productos perecederos y patrimonios enteros en la vía".

De acuerdo con las cifras reportadas por el Sistema de Información de Precios (Sipsa) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, a la Central de Abastos de Villavicencio (CAV), en una quincena normal pueden ingresar en promedio 3500 toneladas de alimentos.

Para el caso de la principal central de abastecimiento del país (Corabastos), en promedio ingresan 1500 toneladas de alimentos en más de 60 camiones. De este volumen, 350 toneladas son de yuca, 600 son de plátano, 110 de cítricos y 290 de frutas, entre otras.

El presidente de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), Juan Carlos Rodríguez, pidió al Gobierno una solución rápida frente al cierre de esta vía por el impacto negativo que tendrá esta medida en los costos operativos de los transportadores de carga.

“Este cierre genera mayores distancias en los recorridos que deben cumplir los transportadores que cubren esta parte del país y por lo tanto los costos operativos se incrementan significativamente, por lo que esperamos que se restablezca pronto el paso por la actual vía, a fin de evitar pérdidas en las operaciones originadas por fallas en la infraestructura”, indicó Rodríguez.

Vías alternas

La vía Bogotá-Villavicencio tiene una distancia de 86 kilómetros, los cuales se recorren en aproximadamente dos horas, por donde transitan vehículos de transporte intermunicipal, de carga y tractocamiones con derivados del petróleo hacia el centro del país.

Frente al cierre, el Invías informó que existen dos corredores alternativos. Para los vehículos de carga de más de 3,4 toneladas está habilitada la vía Bogotá-Tunja-Sogamoso-Aguazul-Villavicencio, la cual tiene una distancia de 567 kilómetros y que representaría cerca de quince horas de recorrido.

Para los vehículos livianos la alternativa es el corredor Bogotá-El Sisga-Guateque-San Luis de Gaceno-Restrepo-Villavicencio, el cual tiene una distancia de aproximadamente 350 kilómetros y que tomaría cerca de ocho horas de recorrido.

"Creemos que las dos vías que existen para llegar a los llanos deberían habilitarse para camiones de carga, entendemos que solo un corredor esta habilitado para vehículos de más de 3,4 toneladas y por lo tanto frente al transporte de cerdo tenemos más 300 camiones semanales que tienen que venir a Bogotá y regresar a sus puntos de origen para abastecer el producto, creería que esta restricción, incluso los fines de semana, aliviaría en algo la situación que podrían enfrentar los productores, de mantenerse esta medida indefinidamente”, manifestó Bedoya.

El representante de los transportadores manifestó que el impacto más fuerte del cierre se verá generado en los sobrecostos. "Por esta vía transitan más de 200 tractomulas y las pérdidas que estimamos son de más de 322 millones de pesos diarios, reflejados en los costos adicionales en la operación por el tema de peajes, que ahora son siete y antes se tenían que pagar cuatro, mayores kilómetros recorridos porque pasamos de cerca de 142 a 565, lo que nos representa diez horas más de desplazamientos y todo el impacto desde el punto de vista del desabastecimiento de Bogotá - región y de Villavicencio”, indicó Rodríguez.