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Colombia
Procuraduría asumirá investigación sobre presunta violación de una teniente
Según la denuncia, el hecho se presentó en las instalaciones del Comando Departamental de Cesar. 
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Colprensa
Colprensa
Miércoles, 26 de Diciembre de 2018

El audio de una mujer, quien se identificaba como teniente de la Policía, describe cómo se dio un presunto caso de violación en la Policía Nacional.

La mujer señala que fue abusada sexualmente por un capitán de la institución, quien es, en la institución, superior a su cargo. Los hechos, que se conocieron la semana pasada, se habrían registrado durante una fiesta de despedida en Valledupar, Cesar, en noviembre pasado.

Según el abogado de la mujer, los hechos empezaron en una fiesta registrada en la noche del 23 de noviembre cuando, pese a que tenía incapacidad médica, fue obligada a asistir por órdenes del coronel Mauricio Pedraza, quien funge como comandante de Policía del Cesar.

Posteriormente, en la madrugada del 24, por instrucción altos mandos, la fiesta se trasladó hacia el Casino de la Policía, donde continuó la reunión, según indica el abogado, en la piscina.

El abogado, en declaraciones a Caracol Radio, señaló que el capitán, “de apellido Merchán Prieto toma uno de los celulares de la víctima que estaba en la mesa y se desplaza hacía las habitaciones. Ella al ver esta situación lo persigue, lo alcanza cuando él estaba entrando a un cuarto, le hace el reclamo y él la ingresa a la habitación a la fuerza y la accede carnalmente”.

Además, agrega que “no sirvieron las actividades defensivas que ella realizó, ella lo golpeó, intentó evitar la agresión sexual, pero todo fue inútil”; precisa el abogado.

Abrirán investigación

Tras conocerse el caso, la Procuraduría General de la Nación le solicitó a la Policía el traslado inmediato del expediente que adelanta, tras la denuncia sobre una presunta violación a una teniente de esa institución, en las instalaciones del Comando Departamental de Cesar, cuando se adelantaba una actividad de fin de año; y ordenó la practica urgente de pruebas consideradas determinantes en el proceso disciplinario.

“El Ministerio Público, aplicando el poder preferente, comisionó la realización de una visita especial al casino de oficiales del comando en Valledupar, pidió una relación de los capitanes que participaron en la despedida de fin de año del 23 y 24 de noviembre, así como el listado de la asignación de habitaciones de los capitanes”, se lee en un comunicado del organismo de control.

Asimismo, la Procuraduría solicitó un informe “detallado sobre la actuación adelantada por el comandante y el subcomandante de policía departamental Cesar”, una vez conocida la denuncia hecha por la teniente.

Dentro del material probatorio que deberá aportar la Policía Nacional se encuentran copias de las cámaras de seguridad de la fecha de los hechos, así como las minutas de órdenes de servicios del comando desde el 22 hasta el 26 de noviembre de 2018, dice la Procuraduría.

Además, señala el organismo de control, la comisión realizará una visita al expediente que adelanta la Fiscalía General de la Nación, para trasladar al proceso disciplinario copia de los documentos y testimonios que obren en la investigación penal.

Relaciones de poder

De acuerdo con el sociólogo Rodrigo Santofimio, los abusos de poder son cometidos por quien se “cree superior”. Entretanto, las sicólogas e investigadoras Bibiana Magaly Mejía, de la Universidad del Quindío, y Francia Correa, de la Universidad de Caldas, han coincidido en que estos casos se dan por indiferencia, ignorancia o complicidad social.

Mejía relató que las víctimas quedan con heridas abiertas y que por esta razón esperan, en muchos casos, hasta 15 o 20 años para denunciar los abusos, caso contrario a lo que ocurrió en esta denuncia, que se conoció prácticamente un mes después de los hechos denunciados.

Mejía, además, explica que, aunque dolorosos, todos están relacionados con el “poder” que emplea el victimario y que pueden ser “por jerarquía laboral, familiar, religiosa y hasta militar”.

Por su parte, Correa manifiesta que desde la sicología se ha identificado que los hombres se creen “más poderosos” que las mujeres desde los siete años, lo que implica que, desde el inconsciente masculino, se vea como “normal” el abuso.

“Ahora hay otros medios que le permiten a la mujer romper el silencio. Ese es el mensaje que se debe enviar, que lo peor que se puede hacer es quedarse callado, porque el abuso será más repetitivo y el abusador seguirá sintiendo que tiene la suficiente autoridad para hacerlo”, asevera Correa.

Por su parte, el sociólogo resalta que más allá de que las víctimas no se queden calladas, la sociedad civil, las comunidades y los gobiernos, deben promover los mecanismos de denuncia efectivos, que les permitan a las víctimas dar a conocer lo que les está pasando. “Si los mecanismos de denuncia existen, estas no se vuelvan banales y quedan evidenciadas ante el organismo que deba ser, sin terminar revictimizando”.

También, señala el sociólogo Santofimio, “el victimario cree que nadie le puede ripostar o discutir, entonces la mujer siente que, si se atreve a desafiar a esa autoridad, quedaría como una mentirosa”.

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