La infraestructura vial es uno de los principales indicadores de la economía de cualquier país, pues de ella depende no solamente su competitividad sino que es un factor determinante del desarrollo y del crecimiento económico.

En el caso de Colombia, por ejemplo, un informe del Departamento Nacional de Planeación con base en datos del Foro Económico Mundial de 2019, nuestro país se ubicó en el puesto 81 entre 144 naciones en temas de infraestructura de transporte, por debajo de países vecinos como Perú, Chile y México. Pero si se consideran la infraestructura vial y ferrovial, nuestro país ocuparía los escaños 104 y 99, respectivamente, de acuerdo con la misma medición.

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Muestra de la debilidad de nuestra infraestructura vial es la emergencia que se registra desde hace ocho días en zona rural de Rosas, Cauca, por el gigantesco deslizamiento en masa de terreno que mantiene incomunicado al occidente con el sur del país a través de la vía Panamericana, y la afectación de otras 58 vías en regiones de Boyacá, Caldas, Chocó y Cauca.

Pero no solo es el invierno o los escándalos de corrupción como el que vincula a la multinacional brasileña Odebrecht los que afectan este indicador económico. Entonces vale preguntarse ¿qué está pasando con la infraestructura vial de Colombia? ¿Falta más inversión?

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¿Falta más planeación?

Para hacer este diagnóstico, Colprensa consultó diferentes expertos y fuentes para determinar cuál es la situación real de nuestro país en infraestructura vial.

Por un lado, el Informe de Sostenibilidad de 2016 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recalcó que Colombia tiene una de las mayores brechas en el sector de infraestructura de transporte en la región, debido a que la cantidad de carreteras y ferrocarriles es muy pequeña frente a países con niveles similares de desarrollo e ingresos.

De acuerdo con el presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), Juan Martin Caicedo Ferrer, durante los últimos Gobiernos se ha mejorado sustancialmente la infraestructura vial a través de las concesiones viales y la participación del sector privado en la construcción, operación y mantenimiento de los principales corredores del país.

Para el caso de la vía Panamericana, Caicedo Ferrer aseguró que “se tenía conocimiento de una alta probabilidad de su ocurrencia, los efectos de intensas lluvias acumuladas en un periodo afectado por el efecto de La Niña en el último año, y agravado por el cambio climático que hace que las lluvias sean de mayor intensidad. Todo ello reactivó uno de los muchos problemas de esa vía y muestran evidentemente que se debe trabajar en una mejor planeación y un aumento importante de la inversión en los diseños y en la construcción de vías principales”.

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Entre tanto, para el presidente de la Federación de Empresarios del Transporte de Carga, Henrry Cárdenas, lo que sucedió en este tramo de la Panamericana es algo que desde hace muchos años debió priorizarse.

“Hace muchos años que se necesita la doble calzada Pasto-Cali, pero como tenemos abandonado los departamentos de Nariño y Cauca por muchas razones, entonces lo que debe pensar el Gobierno es ampliar esas vías para darle desarrollo a las regiones. Cómo es que vamos a depender solo de una vía para entrar a Pasto”, aseguró el dirigente gremial.

El citado informe del Departamento Nacional de Planeación mostró, que las características geográficas de Colombia hace que se dificulte la construcción de un sistema  de infraestructura nacional de calidad, pues la mayoría de ciudades  están en terrenos montañosos que dificultan la conectividad de las vías, además de su propensión a los desastres naturales.

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