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Colombia
Se cumplen 20 años del secuestro masivo más grande del país
Fueron 194 personas las secuestradas por el Eln el 30 de mayo del 99. 
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Colprensa
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Jueves, 30 de Mayo de 2019

Laura Ulloa tenía en ese entonces nueve años. Recuerda que ese 30 de mayo de 1999 iba a ser una fecha especial porque podía comulgar por primera vez en la misa. “El fin de semana pasado había hecho la primera comunión”, dice.

Pero las cosas no salieron como se tenían planeadas, ni para Laura, ni para las casi 200 personas que se agruparon para recibir misa en un kiosco improvisado, donde apenas se iba a construir la iglesia La María, ubicada en el sur de Cali.

“Me acuerdo que el padre tenía sus manos arriba en pleno sermón cuando se le acercó lo que todos creímos era un soldado a decirle un secreto al oído, el padre baja las manos y dice que debía interrumpir porque había una bomba debajo de uno de los carros que estaban parqueados a metros de nosotros y debíamos evacuar. ‘Allí afuera hay dos camiones donde nos vamos a meter y el Ejército nos va a llevar a la Tercera Brigada’, nos dijo el padre. Todos le hicimos caso”, narra Laura.

En medio de la confusión, 194 personas, entre mujeres, niños y adultos mayores se acomodaron en los dos camiones. Laura, su mamá y su hermana, fueron acomodadas en lo que ella afirma fue un “furgón con un contenedor”.

“Sentíamos que nos estábamos ahogando. Cuando los camiones finalmente pararon nos dimos cuenta que no estábamos en la brigada, ahí fue cuando apareció un guerrillero y se identificó como del Eln, no teníamos que escuchar nada más”, agrega Laura.

A partir de ahí, dos historias

Cuenta Laura que donde pararon los camiones era un poblado de Jamundí llamado La Estrella y a todos los secuestrados los reunieron en un Kiosco grande. “Separaron hombres y mujeres, fue horrible. Por fortuna a los niños los dejaron con sus mamás”.

A partir de ahí todo cambió para una parte del grupo de plagiados. En ese momento se dio un combate entre los guerrilleros y el Ejército, que ya había iniciado operaciones para ubicar a los plagiados. Esas primeras operaciones permitieron que 105 personas lograran recobrar su libertad, pero las 89 restantes permanecieron en poder del Eln.

16 días después del secuestro, ese grupo guerrillero decidió liberar a 33 personas y desde ese entonces, el resto de hombres y mujeres que seguían raptados fueron divididos en tres grupos.

En uno de esos se encontraba Isabella Vernaza. “Ese 30 de mayo a mi me llevaron con mi esposo y dos de mis hijos. A uno de mis hijos lo liberaron el mismo día, al otro a los 15 días, a mi a los cinco meses y a mi esposo a los cinco meses y medio”, afirma.

Esas semanas en cautiverio las recuerda a la perfección, eran ocho mujeres y tres hombres con quienes compartió el secuestro, siempre estuvieron en medio de las selvas de los farallones de Cali, muchas veces dormían en casas campesinas y contaban con un radio que les sirvió para enterarse de lo que estaba pasando.

“Nunca nos tuvieron amarrados, solo nos decían que había minas al rededor. Fueron días muy duros bajo la inclemencia de la selva”, agrega.

Explica Isabella que siempre tuvieron la idea de que se trataba de un secuestro político, que el Eln quería presionar al gobierno para una negociación. Sin embargo, al momento de su liberación, entendió que no era así.

“Era muy extraño que las liberaciones eran por grupos. Cuando me tocó a mí, quien me recibió fue m hermano y lo primero que le pregunté fue por qué me había tocado a mí y su respuesta fue: porque ya pagamos. Ahí entendí todo”, señala.

Este episodio de La María terminó el 11 de diciembre de 1999 cuando fueron dejados en libertad Guillermo Valencia, Harold Pino y Carlos Manjarrez, los últimos tres de los 194 raptados por el Eln ese 30 de mayo del mencionado año.

Las víctimas de este hecho mantienen en sus recuerdos especialmente a dos personas: a monseñor Isaías Duarte, en su entonces arzobispo de Cali y quien estuvo al frente de las negociaciones con el Eln para que se les respetara la vida a los secuestrados y Yaslin Durán, un escolta quien se convirtió en la única víctima mortal de lo ocurrido. Fue asesinado por los guerrilleros cuando al parecer se dio cuenta que quienes habían llegado a La María no eran soldados del Ejército si no guerrilleros.

El presente

La justicia llegó pero a medias. Aunque hay condenas en firme de más de 20 años por este hecho contra alias Gabino, principal comandante del Eln y otros guerrilleros conocidos con los alias de Élite y Comandante Marcos, hubo otras que prescribieron como las que se les había dictado a “Pablo Beltrán”, jefe del equipo negociador de esa guerrilla y otros insurgentes conocidos con los apodos de “Julián” y “Silvio”.

Muchas de las víctimas, como Isabella Vernaza, añoran un proceso de paz con el Eln bien estructurado, afirman que “sigue siendo muy doloroso que ese grupo guerrillero siga practicando el secuestro y más que quien lidera ese equipo de paz (“Pablo Beltrán”) justifique ese tipo de acciones. Si sigue este escenario será muy difícil un acercamiento y un punto de encuentro con ellos”.

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