El propio Gobierno pidió “pasar la página” del proyecto que no tuvo acogida durante su trámite.
En lo que se denominó como la crónica de una muerte anunciada, en la tarde de este miércoles se hundió en el Senado de la República el acto legislativo de la reforma política, el cual se tramitaba en el marco de la implementación de los acuerdos de paz a los que se llegó con las Farc.
Su archivo se dio luego de que el propio gobierno, por intermedio del ministro del Interior, Guillermo Rivera, solicitara a la plenaria del Senado dejar la discusión del proyecto, debido que el articulado del mismo se había modificado de forma notoria respecto al texto inicial que se radicó en mayo pasado.
“Mi invitación es que pasemos la página de la reforma política, porque no es la que hubiéramos querido”, manifestó Rivera en la plenaria, en momentos en que se empezaba la discusión de la ponencia tras la presentación por parte del ponente Roy Barreras.
El ponente había notificado que ese proyecto se le quitaba el tema del transfuguismo, las coaliciones, el límite de permanencia en el legislativo, la reforma al Consejo Nacional Electoral, y tan sólo quedaría con una norma sobre adquisición progresiva de derechos a los nuevos partidos políticos.
Incluso el proyecto ya se había hundido unos minutos antes debido a que la plenaria de la Cámara de Representantes se había levantado y se citó para el martes 5 de diciembre, momento en que de haber avanzado ya no se podría conciliar, porque el plazo del fast track va hasta mañana 30 de noviembre.
El anuncio de Rivera llevó a un airado reclamo del ponente Barreras, quien le pidió que fuera el propio ministro quien de forma clara pidiera el hundimiento y no dejara esa responsabilidad al Senado. Luego se presentó una proposición en la que pedía el archivo de la misa.
Dicha proposición fue aprobada a la postre con 68 votos contra 2, que pedían mantener la discusión del proyecto de la reforma política.
Desde el conservatismo, su vocero, senador Juan Diego Gómez, sostuvo que su partido había planteado un acuerdo de los partidos del Congreso para sacar la reforma política adelante como la única manera de salvar las 16 circunscripciones de paz para las víctimas.
Por su parte, el expresidente y jefe del Centro Democrático, Álvaro Uribe, señaló que su bancada no había votado nada del fast track, pero que acompañó el hundimiento del proyecto porque la reforma política como estaba era dañina.
Desde las FARC se pronunció Jairo Estrada, miembro de Voces de Paz, quien sostuvo que “queremos expresar nuestra inconformidad con otra tarea no cumplida en el proceso de los acuerdos. La reforma como estaba tramitándose para nada correspondía con el espíritu de los acuerdos de La Habana”.
Este es el primer acto legislativo que se tramitó en el marco de los proyectos del proceso de paz que se hundió en el Congreso a lo largo del año del cual tuvo su vigencia.
