El proceso de restitución de tierras se apresta a abarcar el sur del país, el corazón del despojo realizado por la guerrilla de las Farc y del cual no hay claridad sobre su verdadera magnitud. En medio de las dificultades finales en la negociación de paz con la guerrilla, la Unidad de Restitución de Tierras abrió oficina en Caquetá y espera poder hacerlo próximamente en el sur del Meta.

Esta apertura del proceso en el sur del país se da luego de que el lunes pasado el Ministerio de Defensa anunciara la macrofocalización de todo el territorio nacional, esto es, que está en condiciones de seguridad para que se pueda iniciar el proceso restitutivo. El Ministerio antes solo había entregado 12 grandes zonas en el norte del país, de acuerdo a donde más reclamaciones de tierra se habían presentado.

Con la habilitación del terreno, la oficina en Caquetá iniciará el estudio de las 1.600 reclamaciones de tierras que tienen hasta el momento para iniciar el proceso de microfocalizar zonas específicas, municipios. Esto es, advertir que están las plenas condiciones.

Según explicó a Colprensa el director de la Unidad de Restitución de Tierras, Ricardo Sabogal, la idea es abrir próximamente en el Huila. “El desafío ahorita es entrar en esas zonas, conocer el problema y rápidamente resolver las reclamaciones”, aseguró.

Y el desafío es enorme. Expertos que han seguido el proceso de restitución aseguran que el reto es de grandes proporciones porque en el sur del país las circunstancias del despojo y desplazamiento fueron distintas a las ocurridas por parte de los paramilitares en el norte del país.

Claudia Erazo, de la Corporación Política Yira Castro, señaló que el reto incluye establecer las modalidades de despojo o abandonos forzados que se hayan dado por razón de la presencia guerrillera. “Toca establecer quién fue el primero y, de ahí en adelante, la sucesión de familias que pueden estar reclamando sobre los mismos predios. Ese será un reto gigantesco de la institucionalidad colombiana para hacer una historia de la tierra”, agregó.

Igualmente, la coordinadora del Observatorio de Tierras de Los Andes, Patricia Moncada, explicó que en el sur del país y en Caquetá “decir quién es dueño de qué, está íntimamente ligado a entender la forma de poblamiento y ahí están presente las Farc. La guerrilla ha participado en la manera como se distribuyen los derechos de propiedad”.

Preguntado sobre este tema, Sabogal explicó que con la mejora de las condiciones de seguridad y con la eventual firma del proceso de paz con la guerrilla, se podrá entrar a estudiar las solicitudes de restitución para analizar si tienen asidero y, así sí, entregarlas ante los jueces de Restitución.

“Es muy posible que esas zonas, como han sido tan marginadas y la institucionalidad ha sido tan precaria, tengan una dificultad desde el punto de vista de institucionalidad, lo que lo hará más dispendiosa”, dijo Sabogal al referirse a temas como, por ejemplo, que la precariedad del catastro en algunas zonas.

“Seguramente habrá que arrancar de cero, será un desafío enorme que debemos enfrentar pero bueno, ya vamos para allá”, agregó.

No obstante, sobre las diferentes modalidades de despojo que se hayan desarrollado por la guerrilla, la Unidad cree que la experiencia obtenida en cuatro años en las zonas donde los paramilitares fueron los victimarios, permitirá realizar el proceso rápidamente.

En el corazón de la guerrilla

En Caquetá la presencia de las Farc ha sido histórica con el 'bloque sur', que creció y se fortaleció allí al mando de Milton de Jesús Toncel Redondo, alias ‘Joaquín Gómez’ y posteriormente de José Benito Cabrera Cuevas, alias ‘Fabián Ramírez’, hoy ambos en La Habana.

El Departamento fue el escondite de los jefes guerrilleros integrantes del 'secretariado' y fue la sede de las negociaciones de paz que se desarrollaron en el Gobierno de Andrés Pastrana.

Igualmente, era la zona amplia de operaciones de la temida columna móvil 'Teófilo Forero', cuyo comandante Hernán Darío Velásquez, alias ‘El Paisa’, está hoy en La Habana. De acuerdo con el informe 'Conflicto armado en Caquetá y Putumayo y su impacto humanitario', de la Fundación Ideas para la Paz (2014), Caquetá era el “bastión político y militar de las Farc”.

Algunas fuentes consultadas estimaron que iniciar el proceso de restitución allí, cuando todavía no hay una firma en Cuba, podría ser problemático para el proceso de paz dado que están en juego las eventuales propiedades de terreno por la guerrilla, en un hecho aún ni siquiera estimado.

El Gobierno Nacional anunció en 2013, que 500 mil hectáreas de la guerrilla ubicadas en El Caguán y La Macarena pasaban a campesinos. Luego, en julio de 2015, se anunció por parte de la Presidencia de la República la recuperación de 280 mil hectáreas del Caquetá, nueve grandes predios, en una cifra que luego fue cuestionada. Lo cierto es que por ahora, se desconoce la magnitud del despojo y las hectáreas que implican las solicitudes de restitución.

Eso sí, mientras que el proceso apenas inicia, ya las críticas del procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, ya llegaron al Caquetá. "No se ha restituido ni una hectárea despojada por las FARC en el Caquetá. El Gobierno no puede asumir una posición cómplice con los bandidos", dijo el pasado 3 mayo.

En un foro realizado en San Vicente del Caguán, Ordóñez aseguró que a “a las Farc les interesa la tierra y su control, así como que no se toque un peso de su fortuna”, y denunció la existencia de un supuesto plan para controlar territorialmente el Departamento.

No obstante, Sabogal le salió al paso a Ordóñez asegurándole, vía Twitter, que se había decidido restituir en medio del conflicto y que recibía toda la información que la entidad tuviera sobre la zona y el proceso.

Sabogal dijo que “si hay acuerdo de paz se facilita el proceso pues no está la amenaza de la guerrilla. Nos toca hacer la tarea. Nosotros tomamos medidas de precaución que tomamos indistintamente de un actor armado”.

“Caquetá es una zona donde históricamente la guerrilla hace presencia y allá nos encontramos. Estamos empezado a documentar casos. Próximamente abriremos las primeras microfocalizaciones que son ya zonas muy determinadas de la geografía del Caquetá. Nosotros no estamos pendientes de si la guerrilla dice sí o no, nosotros partimos del dicho de la víctima, del reclamante y si es fiable lo llevamos ante un juez independiente”, puntualizó.

Bogotá | Colprensa