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Colombia
Un ‘Otoniel’ afectado por la diabetes está al mando de 1.770 hombres del Clan del Golfo
Su muerte o captura no va a significar el fin de la organización criminal, señala un experto.
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Colprensa
Colprensa
Domingo, 24 de Enero de 2021

Con la captura de un sujeto apodado ‘Messi’, uno de los testaferros principales del Clan del Golfo, y la detención de otros 200 integrantes de esta organización durante este mes se reabren los interrogantes sobre el estado en el que se encuentra este grupo y qué tan cerca están las autoridades para desarticular sus estructuras.

Datos de organismos de inteligencia precisan que el grupo criminal tiene unos 1.770 hombres. Narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado y desaparición son algunos de los delitos que aparecen en el prontuario de sus militantes.

Las Costas Caribe y Pacífica, Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, San Andrés, parte de Urabá y el Bajo Cauca antioqueño son las regiones por las que se mueven, donde tienen sus laboratorios para el procesamiento de la droga, trabajan en sus rutas de exportación de alcaloides hacia Centroamérica y Estados Unidos, reclutan gente y ejercen la minería ilegal.

Sin embargo, contrario a lo que muchos creen el Clan del Golfo no está unificado, según lo explica el experto en conflicto armado, Ariel Ávila. “Es una organización que llaman de tercera generación, porque está muy descentralizada con mucha autonomía que funciona en red”, explica.

Es decir que su fuerza élite se denomina Autodefensas Gaitanistas y dentro de los territorios tienen contratadas varias estructuras de paramilitares que se llaman Urabeños, mediante los cuales ejercen control.

Esta descentralización, según el director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosanía, también genera que no importa quién muera o quién sea capturado dentro de la organización, porque, simplemente, “ponen caras nuevas, pero todo sigue funcionando igual”. Algo así como a rey muerto, rey puesto, salvo que en este caso no son reyes, sino vasallos.

Esto incluye a su máximo cabecilla Darío Antonio Úsuga, ‘Otoniel’, pues de acuerdo con Ávila “su muerte o captura no va a significar el fin de la organización”, así como tampoco la terminación del negocio del narcotráfico.

El organigrama

'Otoniel' es su máximo jefe. Actualmente, señalan fuentes de inteligencia de la Policía, se mueve por la región conocida como el Nudo de Paramillo, límites entre Córdoba y Antioquia.

El segundo en importancia es Nelson Darío Hurtado Simanca, más conocido como ‘Marihuano’. Este sujeto escaló hasta esa posición luego de los golpes contra de Roberto Vargas Gutiérrez, ‘Gavilán’, y Carlos Antonio Moreno, ‘Nicolás’.

‘Marihuano’ se mueve principalmente por la zona del Urabá antioqueño y chocoano, con aproximadamente 20 hombres que conforman su anillo de seguridad personal.

A su haber tiene subestructuras que le rinden cuentas y que se dedican a la extorsión y el homicidio de líderes sociales, además de librar una guerra contra el ELN y Los Caparros por el control del territorio.

El siguiente en rango es Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, ‘Chiquito Malo’, quien también ascendió en la organización especialmente por la captura de ‘Gavilan’. Es el responsable de toda la actividad del narcotráfico de esta estructura.

Además, es quien le rinde cuentas directamente a ‘Otoniel’ y se mueve principalmente por la zona del Urabá antioqueño hacia el Pacífico colombiano.

'Siopas' es el cuarto cabecilla. Su verdadero nombre es Wilmer Antonio Quiroz y reemplazó a Darío Úsuga Torres, ‘Pueblo’, quien murió en un operativo en Mutatá (Antioquia).

Quiroz es un antiguo guerrillero que se desmovilizó en 2008 y hoy es uno de los hombres que opera en la primera línea del Clan del Golfo.

El último de esta lista es una persona de bajo perfil, pero de mucha confianza de ‘Otoniel’. Se llama José Gonzalo Sánchez y lo conocen con el remoquete de ‘Gonzalito’. Es el comandante de la Subestructura Roberto Vargas Gutiérrez, encargada de desarrollar especialmente los anillos de seguridad del máximo comandante, principalmente si necesita huir.

Operación Agamenón

El nombre de la operación que busca desvertebrar al Clan es Agamenón. Las más recientes informaciones obtenidas como parte de esta estrategia desplegada por la Policía han entregado datos cruciales sobre el estado de salud de ‘Otoniel’.

El general Fernando Murillo, exdirector del Gaula y recientemente nombrado para ser la cabeza de la Dijín, le dijo a Colprensa que ‘Otoniel’ “tiene un problema grave de diabetes y vive día y noche huyendo de las autoridades”.

Por cuenta de ese diagnóstico es que usa correos humanos, tanto familiares como amigos, para que le ingresen las medicinas que requiere para el control de la enfermedad.

Añade el oficial que, sin embargo, “es un hombre al que se le facilita su capacidad de moverse en la selva, una persona que desde los 16 años se dedicó a delinquir e hizo parte del Epl, de las autodefensas y eso le permite precisamente todos sus desplazamientos por río y por selva, pero siempre corriendo”.

Pese a sus condiciones, del jefe máximo del Clan del Golfo se sabe que mantiene su preferencia por tener relaciones con menores de edad, al igual que su segundo al mando, a quien además “le gustan los lujos, los caballos finos y consumir licor de alto costo”.
 

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