Las autoridades están tras la pista de un hombre que asesinó con arma blanca a una mujer en el barrio San Felipe de Barranquilla.
Se trata de Carmen de Jesús Riccioli Castro, de 58 años de edad, quien residía en el inmueble donde fue encontrada, en la calle 68B con carrera 25B.
“Según información suministrada por la ciudadanía, Carmen tenía una pequeña fábrica de fritos y había contratado como ayudante a una persona de sexo masculino de nacionalidad venezolana, al cual le dio posada en su residencia. Los vecinos del sector, en horas de la mañana, al notar su ausencia deciden llamar al 123 de la Policía y envían el cuadrante, el cual ingresa a la vivienda hallando el cuerpo sin vida en una de las habitaciones”, dice el informe.
Los investigadores, tanto del CTI de la Fiscalía como de la Policía, averiguaron que Riccioli Castro, se dedicaba a la comercialización de alimentos precocidos, y que el presunto homicida trabajaba para ella y la habría asesinado después de hurtarle el dinero de lo producido en los últimos días.
Los vecinos también manifestaron a las autoridades, que en la madrugada vieron salir a una persona con vestido de mujer, pero que sus rasgos eran masculinos, por lo que se cree que el sujeto se habría disfrazado para escapar del lugar de los hechos.
“Las unidades de investigación criminal judicial adelantan los actos urgentes con el fin de dar con el paradero de esta persona extranjera”, agrega la información.
Miembros de la Policía y del CTI tienen acordonado el lugar para encontrar pistas que con lleven a la identificación del asesino de Carmen de Jesús Riccioli Castro, quien se convierte en otra víctima más de la delincuencia en la capital del Atlántico.
Un comerciante
En otros hechos, de tres puñaladas fue asesinado un hombre en el barrio Nelson Mandela.
Juan Carlos Castro Iriarte tenía 19 años, era natural de Cartagena y residía en la calle La Batea, del sector Las Torres, en el referido barrio.
Castro Iriarte, según sus familiares, era comerciante informal, pero también se dedicaba al cuidado de vehículos en un parqueadero.
Una vez llegó de trabajar, decidió irse a un sector cercano llamado Los Pinos, donde reside una mujer con la cual había sostenido una relación marital el año pasado. Ahora estaba en plan de reconquista. Pero, para llegar hasta la vivienda de la mujer, Castro Iriarte debía cruzar un callejón sin iluminación, en donde se encontró con dos sujetos, que le propinaron una cuchillada en el pecho.
