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Alimentación en peligro
El estado sigue pensando en el famoso “Japón” y continúa el abandono del campo.
Miércoles, 10 de Octubre de 2018

Amables Lectores: Hace varias décadas, un político de amplia credibilidad entre los colombianos manifestó: “Colombia debe ser el Japón de Suramérica”. ¡Que frase tan absurda!, En un país con todas las ventajas climáticas y variedad de suelos para desarrollar un agricultura y ganadería para consumo interno y con excedentes exportables.  Esta torpe afirmación trajo una migración de personas del campo a la ciudad, creándose un crecimiento urbano sin planeación, con barrios de invasión fuera de cotas de servicio.  El joven migrante campesino busca una mejor calidad de vida que es utópica en ciudades sin oportunidades de trabajo y con una convivencia cada día más difícil.

El estado sigue pensando en el famoso “Japón” y continúa el abandono del campo en planes de vivienda y de servicios públicos. Con sorpresa leemos que  “El agro se ha envejecido”. En el campo solo quedan los mayores de 40 años porque  la juventud emigro. En el pasado se culpaba de esta migración al servicio militar; el joven campesino al terminar con esta obligación no regresaba al campo y se quedaba en las ciudades. La realidad es que el gran culpable de esta migración es el estado colombiano que por años ha abandonado el agro y allí los jóvenes no encuentran opciones de futuro.

La FAO, Organización para la alimentación y la Agricultura, en su informe 2015-2030 afirma, que la población mundial pasará de los seis mil millones actuales de personas a ocho mil trescientos millones en 2030, creciendo a un promedio anual de 1.1%. ¿Quién dará alimento a esta mayor población? Los cereales seguirán siendo la fuente más importante de alimentación.  Para el 2030 se necesitaran mil millones de kilos más de cereales.  Colombia debido al abandono estatal dependerá cada días más de las importaciones, porque solo produce el 70% de sus necesidades.  El estado colombiano, debe asesorar al campesino para mejorar su productividad.  Buena parte del aumento en la producción de alimentos depende de este factor.  Ya no existen tierras cultivables nuevas y gran parte de los futuros  terrenos procederán de la deforestación, según datos oficiales en el 2017 fueron deforestados en Colombia 219.973 hectáreas de bosques, un 23% más que en el 2016.  Lamentablemente su ha observado que un 34% de los cultivos de coca están en áreas  que eran bosques hace 4 años.  Hemos cambiado bosque por coca y no por alimentos para nuestro consumo y exportación.

Si queremos mejorar nuestra producción agrícola es necesario pensar en “Regadio”. En Colombia, aunque se ha abusado causando un gran deterioro todavía existe suficiente agua para utilizar en riego sin afectar el volumen para consumo humano.  Se debe presionar al Ministerio del ramo por la ejecución de proyectos de regadío muchos de los cuales existen, pero han quedado como letra muerta en nuestro departamento.

La producción ganadera y de lácteos pasara a métodos ya no extensivos en pastos sino intensivos de carácter industrial.  Esto es una amenaza para el pequeño productor a quienes deben llegar las políticas de mercadeo a su producción, por parte del estado.

Como se dice en el Amazonas: “No se puede talar bosque para sembrar vacas”. Luego de 10 años de haber talado un bosque solo sirven 10 hectáreas para sostener una vaca. Ninguna rentabilidad para el ganadero y menos para el país que perdió 10 hectáreas de bosque por sostener una vaca.

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