En estos primeros días del año, cuando muchos aún no entramos de lleno en las actividades propias de cada uno, y algunas personas regresan a la ciudad luego de su descanso y otros salimos de la misma a lo mismo, me despacho luego de leer distintos rotativos.
Soy de los colombianos que por haber vivido parte de mi infancia y adolescencia en Barranquilla conocí los últimos tres eventos para atravesar el río Magdalena: el ferry, el puente que ahora deja de servir y el nuevo. Decir que al inaugurarse el anterior puente se suscitó una polémica en Barranquilla porque el nuevo viaducto se llamaría “Laureano Gómez” y los barranquilleros querían llamarlo “Puente Pumarejo”, su inspirador, no es cierto, porque desde hacía 4 años se sabía y, además, fue un costeño el que lo bautizó como “Laureano Gómez”: Hugo Escobar Sierra, laureanista de “racamandaca”..
Lo cierto es que al fallecer el expresidente Laureano Gómez, el 13 de julio de 1965, era obvio que, independientemente de su filiación política, la Nación y sus copartidarios aunaran esfuerzos para honrar su memoria. Fue así como, finalmente, el Congreso de la República terminó honrando al expresidente Laureano Gómez, y con base en la ley 113, de diciembre 29 de 1962, donde se ordenó adelantar las gestiones para la construcción del puente, se dispuso en el artículo 5º. de la nueva ley, la de honores, la No. 25, de julo 25 de 1966, que “El puente que se construirá en la carretera que va de Barranquilla a Santa Marta, sobre el río Magdalena, se denominará “Puente Laureano Gómez”. Esta ley se aprobó 12 días después del deceso del expresidente y en pleno gobierno de su copartidario conservador Guillermo León Valencia.
Al gobierno siguiente, el de Carlos Lleras Restrepo, no le gustó la idea de su construcción, al punto que aceptó a regañadientes, le bajó la altura de 40 a 16 metros y estranguló el río para la navegación fluvial. La denominación “Puente Laureano Gómez” tampoco gustó ni caló en el pueblo. Se le debe al compositor bumangués Marco Aurelio Álvarez el haber popularizado el nombre “Puente Pumarejo”, en honor a su inspirador, el político Alberto Mario Pumarejo Vengoechea. Es de resaltar que el 1.º de julio de 1970 se firma el contrato de construcción del puente y su inspirador, Alberto Pumarejo, murió el 14 de agosto de 1970, 45 días después.
De manera que la canción de Marco Aurelio sacó del anonimato a dos personajes atlanticenses: al exministro barranquillero Alberto Pumarejo y al excanciller y excandidato presidencial sabanalarguero Evaristo Sourdís Juliao. Al primero, porque le dio el nombre extralegal al anterior puente; y al segundo, porque la canción lo nombra expresamente.
¿Por qué Marco Aurelio homenajea a Evaristo Sourdís, de quien dice en la canción: “Río Magdalena / te llevaste a Evaristo / cumple con su sueño / ahora que el puente está listo”? ¿Cuál era ese sueño? La canción lo dice: “Integrar la riqueza”. Además, integrar la nacionalidad.
