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Cuidado a los síntomas

El tema no solo afecta la zona de frontera, sino a todo el país.

Se viene presentando un fenómeno delincuencial en Colombia, que es necesario observar con detenimiento, pues se están incorporando prácticas de las que no teníamos referente en nuestro país o en su defecto se constituían en casos aislados. En los medios de comunicación dan cuenta de un modus operandi que viene haciendo carrera, y es, el de solicitar en arriendo cuartos en casas de familia, para después proceder a su robo, y en otros caso, inclusive el asesinato de los arrendadores y familiares.

Otra de las modalidades delincuenciales, es el engancharse laboralmente en un lugar y luego hurtar todo lo que ha sido puesto en confianza al cuidado de esa persona. Esta modalidad de robo se había presentado de manera esporádica en el pasado, pero ahora se ha vuelto una contante con la entrada de los venezolanos al país. Algunos patronos están pagando las consecuencias de haber sacado a su fiel trabajador y enganchar mano de obra extranjera más barata. Esto no significa de ninguna manera que todos los venezolanos que entran a nuestro país, lo hagan por las mismas razones, pero lo cierto es que se ha agudizado esta practica criminal en el último tiempo y en ella se han visto envueltas personas de nacionalidad venezolana.

El tema no solo afecta la zona de frontera, sino a todo el país. Quedé sorprendido por una modalidad de robo que no había observado en la historia reciente de nuestro país y el cual se ha vuelto una práctica constante en Venezuela y es el saqueo masivo a establecimientos de comercio, en especial supermercados. La zona de ciudad Bolívar en Bogotá esta semana fue sacudía con actos vandálicos de grandes magnitudes, que van asociados a una malsana y supuesta protesta social y en la que según se manifestó por las autoridades se encontraba un numero significativo de venezolanos.

En internet circulan a diario, videos de ordas de venezolanos saqueando tractomulas con comida, supermercados y establecimientos comerciales, lo cual ya parece normal dado el grado de degradación y desespero que ronda el vecino país. Las imágenes de Bogotá, deben encender las alarmas por el alto grado de influencia que se viene ejerciendo en algunos sectores para incorporar prácticas vandálicas en nuestro país. La violencia que nos ha costado años erradicar de la zona rural, no puede venir a encontrar asidero en la zona urbana, como se viene advirtiendo y en eso debe exigirse mano dura a las autoridades encargadas del tema.

Necesitamos tomar cartas en el asunto, pues la problemática esta alcanzando niveles de insostenibilidad inaceptables. El gobierno nacional no puede seguir dando la espalda  a esta realidad y tiene que salir a pedir ayuda al concierto internacional, pues lo que esta en juego no es una crisis humanitaria como se pretendido vender, sino la desestabilización de América Latina, y de la que ya dan cuenta Ecuador, Perú y Panamá para citar ejemplo cercanos.

Lo que esta pasando, no se puede minimizar con declaraciones de escritorio; requiere del cuidado y la atención del gobierno nacional en pleno, pues se traducirá en una gran enfermedad sino ponemos cuidado a los síntomas. 

Viernes, 23 de Febrero de 2018
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