El sistema de Convenciones que por varios años practicaron los partidos políticos colombianos para escoger a su candidato a la primera magistratura le garantizaba a los entonces partidos políticos dominantes -o tradicionales: Liberal y Conservador- la elección de alguien que había sido previamente seleccionado. Se sabía anticipadamente quiénes estaban en la fila y quién detrás de quién.
Basta recordar la campaña presidencial de 1970, donde los candidatos Evaristo Sourdís Juliao, Belisario Betancur Cuartas, Misael Eduardo Pastrana Borrero y el Gral. Gustavo Rojas Pinilla salieron al ágora pública a la conquista del electorado, cada quien con su padrino político, y a última hora se reunió el cenáculo de expresidentes liberales y conservadores, por aquello del Frente Nacional, y, antes de las elecciones del 19 de abril de 1970, ungieron a Misael Pastrana Borrero como seguro presidente de la República. Esto generaba internamente deslealtades y disidencias.
El hecho de que Evaristo Sourdís, por ejemplo, hubiera tenido inicialmente el apoyo del expresidente Mariano Ospina Pérez, y luego se lo retirara para adherir a Pastrana Borrero, provocó una aflicción en el candidato costeño que, 47 días después de posesionado Pastrana, falleció. Por la traición de Ospina, dice su hija Adelaida, de la Academia Colombiana de Historia.
Contra ese sistema de Convenciones partidistas enfiló baterías Luis Carlos Galán Sarmiento, con el fin de lograr su aniquilación, hasta que lo logró en 1987, cuando con la mediación del expresidente Julio César Turbay Ayala, Galán retornó al Partido Liberal Colombiano para participar en una consulta popular que escogería al candidato presidencial del liberalismo.
Proclamado candidato presidencial en julio de 1989 Galán se consagró a recorrer el país, y fue en la plaza de Soacha donde fue asesinado el 18 de agosto de ese año, y luego, en el cementerio Central, su hijo Juan Manuel Galán entregó las banderas del Nuevo Liberalismo al doctor César Gaviria Trujillo, quien fue elegido presidente de la República.
Desde luego que Gaviria no está obligado a devolver tamaño gesto político, pero a muchas personas le causa curiosidad que hoy le dé la espalda a Juan Manuel Galán Pachón -hijo del Galán Sarmiento-, quien prácticamente fue el que lo hizo presidente, y, recientemente lo propuso como jefe único del Partido Liberal, pero el nuevo jefe apoya irrestrictamente a Humberto de la Calle Lombana para la consulta popular que será el próximo 19 de noviembre, lo cual es un portazo delfín de Galán Sarmiento.
La idea de Gaviria, De la Calle y amigos es hacer la consulta en noviembre y luego hacer alianzas, y el vástago de Galán Sarmiento les muestra la ley de partidos donde prescribe que si la escogencia del candidato es por consulta no se puede hacer alianzas hasta la segunda vuelta presidencial. Su advertencia fue ignorada y el tiempo dirá quién tiene la razón.
