Ayer lunes 20 de julio, durante sesión solemne virtual, por las actuales circunstancias de salubridad mundial y las prescripciones legales del gobierno, celebramos en la Academia de Historia de Norte de Santander -AHNS- lo dispuesto estatutariamente: el Grito de independencia y la creación del departamento Norte de Santander. Otro de los puntos desarrollados fue el ascenso a miembros honorarios de los académicos Luis Arturo Melo Díaz, Pablo José Chacón Medina y Cicerón Flórez Moya.
Cuando me residencié en Cúcuta las primeras noticias que tuve de los académicos mencionados fue a través del rotativo La Opinión, porque los tres eran columnistas, y luego, cuando ingresé como miembro Correspondiente de la AHNS, empezó una etapa de acercamiento y estrechamiento de amistad con los académicos que hoy se encumbran con el máximo galardón que la corporación entrega a sus mejores unidades, en reconocimiento a su vida intelectual, profesional, sentido de pertenencia con la AHNS, sus servicios a la corporación y su producción de ensayos históricos, recogidos o no en textos, y se les recuerda lo dicho por Alfonso Fuenmayor: “Lo que no se recoge en libro, se pierde, y se pierde irremediablemente”.
Con don Cicerón Flórez Moya influyó en el acercamiento el escritor e historiador Jorge Meléndez Sánchez, primo de mi madre, y durante las visitas de Jorge a Cúcuta visitábamos a menudo al entonces subdirector de La Opinión, y de una de esas visitas surgió esta columna que el próximo 29 de julio cumple 17 años. Muy agradecido. Veíamos entonces que en derredor suyo todo era respeto y unción, como aún lo es. Hoy, desde la hoja que ayudó a construir, don Cicerón sigue iluminando a la región con su pensamiento claro y exposición ordenada.
Respecto al doctor Luis Arturo Melo Díaz, es pertinente decir que siempre nos ha acompañado y las relaciones han sido cordiales y de camaradería con sus homólogos. Alguna vez, en el auditorio de la casa natal del general Santander, en Villa del Rosario, coincidimos en nuestro ascenso a Miembro de Número de la AHNS. Ayer tuve la fortuna de intervenir en su ascenso a Miembro Honorario. Se me escapó.
Con el doctor Pablo Chacón Medina, académico consagrado y abogado penalista insuperable, he tenido una relación estrechísima. Varias veces hemos compartido tarima como oradores de orden en Cúcuta, Ocaña, Villa del Rosario, San Cristóbal, el Consulado de Venezuela y otros escenarios, y, junto con el poeta José Tolosa Cáceres, siempre terminábamos en algún rinconcito libando algo “espiritoso”, recitando poesía y dándonos coba por nuestra “hazaña”. Tuve oficina con el doctor Édgar Rochel y allá llegaba “Pablito” a hablar de todo. Hoy no están Tolosa ni Édgar, el doctor Chacón ha ido declinando y yo estuve a punto de ir a acompañar a los dos primeros. Este reconocimiento que le hace la AHNS es su regalo de cumpleaños, que cumple felizmente el próximo viernes 24 de julio, también natalicio del Libertador. Disculpe el lector estos dislates y felicitaciones a los nuevos Miembros Honorarios de la AHNS.
