“El plebiscito no era necesario para legitimar la paz, y menos para deslegitimarla” Luigi Ferrajoli, jurista italiano.
Después del inesperado pero legítimo triunfo del NO en el plebiscito, el presidente cumplió con lo que casi el 19% de los colombianos habilitados para votar decidieron , no implementar el acuerdo alcanzado con las Farc. No importó que en la Costa Caribe no hayan podido votar cientos de miles de personas por culpa de un huracán ni que a la mayoría de los colombianos no les interesó decidir sobre el asunto más importante en la historia reciente del país ni mucho menos que los principales promotores del NO deslegitimaran el mecanismo de refrendación demandando el plebiscito por ser supuestamente inconstitucional y que su jefe de campaña haya reconocido que utilizaron estrategias engañosas con los electores para que votaran en contra de los acuerdos.
¡La democracia y la ley son así y hay que respetarlas!, por eso durante varias semanas se recibieron de los distintos sectores del NO las propuestas para aclarar, incluir o quitar temas de los acuerdos en una renegociación con las Farc. No importó que el cese al fuego bilateral se debilitara ni que se presentaran asesinatos de líderes sociales y comunitarios que apoyaban abiertamente los acuerdos de paz con las Farc, había que cumplir el mandato popular.
Se les cumplió a los del NO. Tanto las Farc como el Gobierno cedieron, y se logró incorporar en el nuevo acuerdo el 80% de las propuestas de los diferentes sectores (como se puede observar al cotejar el nuevo acuerdo y las propuestas realizadas), respetando el resultado del 2 de octubre en el plebiscito.
Ahora que llega el momento de terminar con esta incertidumbre en la que está todo el país y de cumplir con el mandato constitucional de buscar la paz, aparece el principal obstáculo para empezar a construir la paz en Colombia como lo dijo el Washington Post: el senador Uribe y su partido. Creo que muchos colombianos pensamos que en un acto de grandeza el senador le diría a sus amigos y copartidarios que apoyaran un pacto nacional por la paz para implementar los acuerdos de una vez por todas, y así desmentirnos a varios que afirmamos que en Colombia existen personas que no le interesa un país en paz.
Qué lástima darnos cuenta que a varios de los promotores del NO no les interesan las víctimas ni mejorar el acuerdo ni una “paz sin impunidad”, demuestran con sus actos el cálculo político de dilatar el proceso con la esperanza de algún rompimiento definitivo y así mantener su principal “arma” de campaña para las elecciones del 2018: el miedo y la guerra.
Adenda: Hoy, a los congresistas del Centro Democrático el Congreso de la República no les parece legítimo para refrendar los acuerdos de paz,
pero para cambiar la Constitución y permitir la reelección de Álvaro Uribe, sí lo fue.
Andrés Clavijo Rangel.
Politólogo - Universidad de Antioquia
Especialista en Opinión Pública y Marketing político - Universidad Javeriana
Twitter: @andrescla
Según datos de la Registraduría Nacional, entre votos por el NO, votos por el SÍ, votos no marcados y votos nulos sólo votaron el 37,43% de los colombianos habilitados para hacerlo.
