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Despedida presidencial
Cuando se advierten estas virtudes en una persona, surge la confianza y el entusiasmo.
Martes, 11 de Agosto de 2020

Hay ocasiones en que el constituyente primario, en el caso de las sociedades políticas; o los socios, en el caso de las sociedades comerciales y otras, ante la ausencia de resultados positivos, desean que quienes las dirigen, cumplan pronto su pronto su periodo o renuncien antes del cumplimiento del mismo, para darles la oportunidad a otros en quienes se alcanza a distinguir en lontananza que vienen con bríos de juventud, preparación académica y mentalidad renovadora. Así las cosas, y después de superar la mitad de su periodo estatutario como presidente de la Academia de Historia de Norte de Santander -AHNS-, el doctor Luis Fernando Niño López ha presentado renuncia como presidente de la misma “por cuestiones muy personales”, como escribió en su carta de dimisión.  Con ello acaba de extinguirse en la AHNS un periodo presidencial de esos que uno en realidad quisiera que fueran, no eternos, pero sí más prolongados, cuando se advierte en el dignatario saliente que aún tiene muchas energías, ideas y proyectos por realizar. Así lo demostró en año y cuatro meses de presidencia, en los cuales dejó su impronta, lo que se logró con mentalidad renovadora y administración acrisolada y eficaz del caudal a su disposición.  

Cuando se advierten estas virtudes en una persona, surge la confianza y el entusiasmo, e inmediatamente volcamos todo nuestro entusiasmo y contingente para que las cosas salieran bien, como efectivamente sucedió. Y quienes constituimos su grupo de trabajo le brindamos apoyo total. Deja el Dr. Niño López a la AHNS renovada físicamente y en recurso humano, conocida por instituciones nacionales (Vicepresidencia, Ministerio de Cultura, etc.) e internacionales (OEA y embajadas), con convenios con el Archivo General de la Nación para restaurar y digitalizar todo el archivo en custodia de la AHNS (el de Cúcuta y N. de S.) y desde el Archivo General seguirá liderando todo lo relativo al bicentenario del Congreso de 1921. 
 
Muchas veces es necesario que en estas corporaciones exista un equilibrio entre consocios jóvenes, aplomados, circunspectos y aquellos que ahora llaman de la tercera edad. Los primeros traen juventud e ideas nuevas, y los segundos aportan serenidad, experiencia y en ocasiones son un muro de contención ante los ímpetus juveniles de los primeros, que, afortunadamente, no fue el caso actual porque todo fue pensado y consultado.  
 
Son varias las “cuestiones muy personales” a las que se refería el doctor Luis Fernando Niño López en su carta de renuncia a la presidencia de la AHNS, pero, esencialmente, es el hecho de haber sido elegido en concurso nacional, y ya nombrado con el aval de presidencia de la República, como Subdirector Nacional del Archivo General de la Nación. El ejercicio de los dos cargos -el de la AHNS y el que ahora ejerce- es incompatible por los convenios existentes entre las dos entidades y los que potencialmente puedan suscribirse. Fue un honor trabajar a su lado, porque a estas alturas de la vida, cuando ya se está más allá del bien y del mal, aún se sigue aprendiendo. Le deseamos: Quod triumphi.  

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