La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Día del Idioma
Hoy se conmemora un aniversario más de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, y se celebra en Colombia el Día del Idioma.
Lunes, 22 de Abril de 2019

Hoy se conmemora un aniversario más de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, y se celebra en Colombia el Día del Idioma, porque así lo dispuso un decreto del presidente Alfonso López Pumarejo, en 1938, y es el momento propicio para traer a colación algunas citas pertinentes a la celebración, las cuales tomo de sucesivas lecturas:

1. Todos sabemos que Colombia es un archipiélago de regiones, multicultural, y eso implica que palabras que son comunes en una región se escuchen mal en otras. Es el caso, por ejemplo, de la palabra “oscurana”, sinónimo de oscuridad. En Cúcuta y sus alrededores a nadie se le escucha y jamás la escucharemos, pero en la Región Caribe y la provincia de Ocaña es muy común en todos los niveles de la comunidad. Germán Espinosa, como buen costeño, la usa en La tejedora de coronas: “…, así que Cipriano se congestionó de vergüenza, rubor oculto muy bien por la oscurana, pues sólo ahora caía en la cuenta de que Isaac Newton era inglés,…”.

2. Hay palabras y frases que no escuchamos en el habla popular. Del Diario íntimo de Soledad Acosta de Samper extraigo estos dos ejemplos que ella repite varias veces: 1. La palabra “Tristura”, sinónimo de tristeza, y está en el DRAE. 2. Otro tanto sucede con la expresión “Tomar hasta las heces”. ¡Quieto ahí, amable lector! Me refiero, como define el DRAE: “En las preparaciones líquidas, parte del desperdicio que se deposita en el fondo de las vasijas”. En otras palabras, las pepitas que quedan en el fondo del vaso o pocillo, como cuando se toma jugo de maracuyá.

3. Una cita interesante en los inicios de un diario barranquillero: “Ramón Vinyes -El «Sabio catalán» de Cien años de soledad- mantuvo su columna titulada «En tinta violeta», que después cambió de nombre: «Reloj de torre», título que luego se lo copió Daniel Samper Pizano en el periódico El Tiempo, pero al revés: «Reloj del tiempo». Poco después el terrible columnista Lucas Caballero Calderón -Klim- le destruyó la mala copia con el argumento más sencillo: ¿Cómo puede llamarse una columna Reloj del tiempo? Jamás había concebido pleonasmo tan repelente. Entonces la columna de Danielito se redujo a Reloj”.

4. Me disculpan los lectores porque no recuerdo de dónde tomé esta cita: “En alguna ocasión, el presidente de la República José Manuel Marroquín, examinaba en caligrafía a un joven aspirante a pendolista en Palacio. No fue admitido por haber escrito excelentísimo sin la «C» respectiva. El candidato se atrevió a reclamar, extrañado cómo por una letra se le descalificaba tan implacablemente. El presidente Marroquín, quien se libró de que le llamaran «doctor», y que tenía sus puntas de volteriano, le contestó: una letra es cosa muy importante en la vida. Usted, amigo mío, es de apellido Melo. Si yo le escribo una carta y me equivoco en una letra, le puedo poner: mi estimado señor Mulo”. Pendolista, según el DRAE, es la “persona que escribe con muy buena letra”, un “memorialista”.

Temas del Día