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Documentos técnicos
Son documentos estrictamente técnicos que necesariamente tienen que elaborar los expertos.
Martes, 26 de Febrero de 2019

olUna vez posesionado en la presidencia de la República Iván Duque Márquez empezó el estudio de la reforma tributaria, que según expertos necesitaba el país, la que fue radicada en noviembre de 2018 con el nombre de Ley de financiamiento; y al empezar 2019 el interés está en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, cuya obligación es presentarlo al Congreso “dentro de los seis meses siguientes a la iniciación del periodo presidencial respectivo”, el cual radicó personalmente en la Secretaría de la Cámara de Representantes el presidente Duque el día 6 de febrero, un día antes de cumplirse el término constitucional, y se denomina “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”.

Son documentos estrictamente técnicos que necesariamente tienen que elaborar los expertos. Alguna vez le escuché al exministro de Hacienda Rudolf Hommes Rodríguez que el problema de las reformas tributarias -y de los Planes de desarrollo, agrego yo- es que su redacción se contrata con técnicos”, es decir, gente sin corazón. Si hemos de hablar con resignación tenemos que admitir que sí, tiene que ser así, porque si se la dejan a la clase política -donde también hay expertos- prevalece el sentido de pertenencia a sus regiones -lo que es bueno- y en ocasiones los intereses particulares -lo que es malo-. Otra cosa es que cuando presenten al Gobierno el respectivo proyecto de ley éste entre a analizar la conveniencia de sus propuestas, las que generalmente acepta y le corresponde a los medios de comunicación salir el defensa del ciudadano de a pie.

Lo acabamos de ver en el Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno, cuando propuso inicialmente el desmonte de los subsidios de energía para el estrato 3, cambio en la base de cotización a la seguridad social de los trabajadores independientes y la modificación de las tarifas del impuesto al consumo de los licores. Fueron algunos congresistas y, principalmente, los medios de comunicación, los que obligaron al Gobierno a reversar esas normas porque se le demostró inobjetablemente que afectaban sectores populares de la población y, en el último caso, el de las tarifas a los licores, al reajustarse aleja más al consumidor etílico puesto que hay otras fuentes baratas y de muy buen sabor. Es de esperar que se cumpla lo prometido.

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