Localizado entre los departamentos Norte Santander (72%) y Santander (28%), el páramo de Santurbán es una de las reservas naturales más importantes no solamente para la región del nororiente sino para Colombia en general. 

Como despensa hídrica garantiza el abastecimiento del precioso líquido a 48 municipios, con  2,3 millones de habitantes. Surte, además, el riego para actividades agropecuarias propias de ese entorno.

Se ha dicho: “La riqueza del área se fundamenta en su paisaje de pajonales,  de rocas sólidas que bordean el complejo de lagunas, la variedad de especies florísticas y de la fauna específica de este bioma, la conexión internacional con Maracaibo; su posición geográfica refuerza el valor hídrico, en primer lugar por las lluvias y por los numerosos ríos que se originan en el área del páramo, las cuales se convierten en escorrentía superficial o recargan los acuíferos de los valles intermontanos y el piedemonte de la cordillera”.

El reconocimiento de la relevancia de Santurbán como ecosistema es total y por lo mismo se ha recomendado su protección, contra todos los acechos de los depredadores, quienes buscan cualquier rendija para penetrar con proyectos de explotación minera, bajo ambiciosos cálculos de rentabilidad a costa de la integridad ambiental de esa reserva natural.

El asedio ha sido constante y a pesar de todas las recomendaciones y de las acciones ciudadanas quedan vacíos propicios para el zarpazo de empresas nacionales o extranjeras a las cuales las tiene sin cuidado el daño que puedan ocasionar ambientalmente, cuyos efectos son nocivos para la población.

Garantizar el trabajo de los campesinos asentados en áreas de Santurbán no debe dar lugar a los proyectos mineros de arrasamiento. Las disposiciones al respecto deben ser precisas y no dejar vacíos que aprovechan los leguleyos para saciar su codicia.

La reciente decisión de la Corte Constitucional sobre la delimitación que se hizo a Santurbán debiera dar lugar a una revisión general, orientada a defender este patrimonio. Pero tiene que haber transparencia en todo, a fin de evitar que en cualquier momento salte esa liebre de la picaresca, como suele suceder.

La defensa del páramo de Santurbán debe ser una causa de los nortesantadereanos de todos los sectores en actitud militante. La reciente marcha en Cúcuta debe tener nuevos desarrollos. Pero los dirigentes no pueden ser pasivos a este respecto. Congresistas, concejales, diputados, directivos comunales y gremiales, académicos, comunicadores y profesionales en general están llamados a hacerse sentir. No pude haber indiferencia. Hay que adelantarse a las maniobras de la distorsión. Y que el halago de las engañosas regalías no se convierta en el estiércol del diablo.

Puntada

Hoy es día de elecciones para escoger el candidato del Partido Liberal a la Presidencia de Colombia. Están en juego los nombres de Juan Fernando Cristo y Humberto de la Calle. Los nortesandereanos, no solamente liberales sino también de otros partidos, deben darle un voto de confianza a Cristo por sus merecimientos.