Este año será un año electoral. Nuevamente, se pone en marcha todo un aparataje para ganarse el favor de los electores a como dé lugar. Son tiempos complicados, una enorme degradación en el manejo de la cosa pública y con una gran dosis de irresponsabilidad en el manejo de la ciudad, sus finanzas, decisiones, proyecciones y visión de futuro.
Tenemos todos un compromiso muy pero muy serio ante esta responsabilidad de elegir bien; está en nuestras manos el futuro próspero de esta región, pero con un factor determinante que preocupa mucho, ya que define a favor del que mejor le saque provecho, y es el electorado de los estratos 1 y 2, mayoría de la población de esta ciudad, los que en su afán, en su necesidad, en deseo de agarrar lo que puedan, comprometen el futuro de la ciudad y de ellos mismos, entregando los destinos de esta en manos de personajes irresponsables, sin compromiso, negociantes, mentirosos, y peligrosamente siniestros, todo por unas limosnas que dan pena, que les sirven para un día, comprometiendo y aplazando el progreso y el bienestar social por 4 años o más y convirtiendo en ídolos a quien les dan esa limosna, no para aliviar sus necesidades, si no para poder amarrar sus votos el día D.
Es una tarea titánica y de todos los que tenemos la capacidad de analizar este fenómeno histórico degradante, de enseñar y convencer al electorado de estos estratos de la importancia de elegir bien, de elegir a quien de verdad pueda ser capaz de cumplir lo que ofrece, para un desarrollo integral de la ciudad, contemplando todos sus aspectos, principalmente la generación de empleo, y el bienestar de la población.
Hay que explicarle a todo el que se pueda que esas dádivas son una manera indigna de conseguir un favor a costa de la necesidad de ellos, que por su misma ignorancia no han podido salir adelante por no saber elegir y por agradecer algo que no debería ser y más a sabiendas de que todo lo que se regala a estos pobladores de los estratos 1 y 2 son salidos de los recursos que los contribuyentes pagamos, consiguiendo así el beneficio personal para poder seguir haciendo fiesta con los recursos de todos sin generarle a la ciudad nada positivo.
Se percibe una enorme preocupación en el sector productivo y en las fuerzas vivas de la ciudad por el próximo periodo electoral; se teme que se siga eligiendo personajes sin la capacidad para gobernar con responsabilidad, sabiduría y visión de ciudad. Hay una enorme preocupación por lo que se siente y se rumora acerca de las aspiraciones de muchos, solo para lograr el beneficio propio y de ciertos grupos ya consolidados y expertos en el manejo oscuro de estos procesos electorales, sin que les preocupe el avance y progreso de la ciudad. Basta con observar y analizar y nos damos cuenta de que en el abanico amplio de personajes ilustres tan queridos por estos días, solo 2 o 3 más o menos dan la talla por su experiencia y trayectoria, faltando ver quienes estarán detrás de esos nombres.
Debemos observar cómo otras ciudades han logrado romper ese esquema oscuro y corrupto y han logrado liberarse teniendo como resultado ciudades prósperas, con desarrollo y cambios importantísimos en su estructura física y social. Como ejemplos tenemos a la próspera Barranquilla, que tiene sus problemas como cualquier ciudad del tercer mundo pero que ha presentado grandes avances en los últimos periodos; Bucaramanga con una lucha titánica contra la corrupción la vemos cómo nos ha dejado rezagados, hay otras por nombrar que si seguimos en lo que estamos y no derrotamos con nuestro voto el oscurantismo, nos dejarán rezagados y atrasados hasta el punto de que los mismos ciudadanos que jugaron este juego sucio, van a reventar.
Los invito a volvernos multiplicadores y a ayudar a educar a este grueso de la población que ya ve como única solución el cambio del voto por pequeñas prebendas cada 4 años para que vayan entendiendo que la cuestión es de otra forma, elegir con responsabilidad escogiendo al mejor, al que demuestre con argumentos que traerá el progreso integral de la ciudad con carácter, experiencia, responsabilidad, buenos aliados y visión de futuro. Lo demás es mentira.
