La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
El día después. Lo patente
En el hemisferio norte se va a vivir uno de los veranos más fuertes en medio de una pandemia.
Sábado, 25 de Abril de 2020

Ha quedado patente que por semanas el Congreso no trabajó y nadie lo extrañó. Eso hace pensar si necesitamos un cuerpo colegiado tan gigantesco, e integrado en su mayor parte por empresarios electorales con intereses propios, cuando no envueltos en una ideologización antidemocrática, y si sería bueno reformarlo de manera radical. ¿Por qué seguir con algo tan grande que no sirve y es costoso? Que no se entienda que la democracia puede prescindir del Congreso, lo que es claro es que en el estado actual el Congreso no sirve.

Ha sido también patente que una gigantesca burocracia nacional es incapaz de manejar una crisis, comprobándose lo que decía Ramón de Zubiría que la burocracia, como los cerebros minerales de los computadores, solo procesan, pero no crean, y estos son tiempos de creatividad. No podemos seguir con un Congreso paquidérmico, una gigantesca burocracia nacional igualmente paquidérmica y una multiplicidad de cortes con multiplicidad de jurisprudencias, jugando a la política, algo en lo que si son ágiles. El Covid19 destapó la ineficacia e inoperancia del estado actual y la necesidad de una reforma de fondo y de reorientar el rumbo, para dejar el camino de la venezolanización que llevamos ahora. 

Otro gran afectado por el virus, que está en estado crítico es el petróleo que alcanzó precios históricamente bajos. La referencia Brent, la que nos importa, bajó de los 20 dólares por barril, cuando en Colombia los costos de producción están por encima de los 30, llevando a que se empiece a paralizar la exploración y se cierre producción en campos pequeños y medianos cuyo costo por barril es aún más alto. Yo creo que es un cambio definitivo, no temporal. El precio del petróleo que estaba entre los 40 y 60 dólares por barril antes de la declaración de pandemia, se afectó con una impresionante caída de demanda por frenazo económico. Como la producción no se detuvo, hubo sobreoferta, que bajó el precio a pesar de los acuerdos de productores; y como la demanda no se restituye súbitamente y la producción sigue, se superaron todas las capacidades de almacenamiento, lo que llevó a que el precio del crudo WTI adquiriera por primera vez en la historia precios negativos en la referencia WTI. Si se levantara mañana el 
encerramiento y la demanda se restituyera, lo primero a ofrecer serán los inventarios, por lo que el precio se mantendrá bajo.    

Como dice un grafiti en Hong Kong citado por el diario inglés The Guardian: “No puede haber un regreso a lo normal, porque lo normal, en primer lugar, fue el problema”. Y las restricciones de aislamiento seguirán incluso cuando en la reunión de noviembre se produzca la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y se revelen las graves cifras del calentamiento global que debería exigir a todos los países un mayor esfuerzo, para evitar más catástrofes. La gente estará sensible al tema y exigirá que medidas contra el consumo de hidrocarburos se intensifiquen. Y si en noviembre de 2020 vuelven los demócratas a la Casa Blanca, ese país se unirá a la corriente mundial, excepto China que seguirá hablando de sostenibilidad mientras consume masivamente hidrocarburos; pero a ese país aún le toca salir de la más grave caída económica desde que implantó la economía de mercado. El Covid19 hirió de muerte a la industria petrolera, y eso nos va a afectar en el país, que aún vive del crudo sin ser un g
ran productor. Ecopetrol empezará a perder valor de mercado y de manera lenta pero segura tomará el camino de Telecom.

El profesor Mohamed El-Erian del London College escribió para la revista Foreign Affairs que la nueva crisis económica llega a una economía aún saliendo de la crisis financiera de 2008, que, según él, tuvo un manejo equivocado que ha traído más de una década de lento crecimiento económico, estabilidad financiera ficticia y mayor desigualdad. El mal manejo obedece, según él, a que la crisis del 2008 se atacó en sus efectos, no en sus causas, que fueron la especulación financiera de Wall Street y el agotado modelo de control inflacionario y banco central, los cuales siguen vivos y mostrando en esta crisis sus limitaciones. Y recomienda que el apoyo económico llegué directamente a los empresarios, y no en líneas de crédito blando manejadas a través del sector bancario, pues la experiencia es que eso no funciona, como se ha vivido en la cuarentena. Otro sector que requiere cirugía de corazón abierto es el financiero, y a nivel mundial.

El-Erian habla de una recuperación en forma de U, es decir, duraremos un tiempo en el fondo, aún si se toman las medidas de forma rápida y estructural. Si eso no se hace, lo más seguro es una recuperación en forma de L, es decir pegados al fondo, con la consiguiente degradación social en la seguridad, la justicia, los servicios sociales, que nos llevará a aventuras demagógicas extremistas.

En el hemisferio norte se va a vivir uno de los veranos más fuertes en medio de una pandemia. Pandemia y Cambio Climático juntos es algo que no conocemos. Lo más patente en esta crisis es que cada vez más nos adentramos en territorios desconocidos, que no se pueden manejar con remedios conocidos.

Temas del Día