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El negocio de las ambulancias
Es muy común que en un accidente de tránsito entre los conductores de motocicleta y vehículo, aparezcan milagrosamente tres y cuatro ambulancias.
Sábado, 11 de Mayo de 2019

Cada día vemos en todas las ciudades más ambulancias. Las mismas, tienen la misión de llevar al centro hospitalario más cercano a aquellas personas que han sufrido traumas derivados de algún accidente, enfermos de cuidados especializados o personas que son objeto de afecciones sorpresivas de salud.

Hace unas semanas, escribí sobre los falsos positivos que varias de ellas realizan con el único propósito de llegar más rápido a su destino, disfrutando del placer que les causa generar caos en la movilidad. 

En esta oportunidad, voy a referirme al presunto modus operandi que utilizan varios conductores de ambulancia, cuando ocurre un accidente, toda vez que ellos llegan mucho antes que la autoridad de tránsito. 

Es muy común que en un accidente de tránsito entre los conductores de motocicleta y vehículo, aparezcan milagrosamente tres y cuatro ambulancias de diferentes empresas, cuya meta es subir a la camilla al conductor de motocicleta o al parrillero o a los dos, así solo se trate de una raspadura, resultado de las imprudencias.  

Una vez logrado el objetivo, los supuestos heridos son conducidos a un centro hospitalario en particular, así el accidente ocurra a menos de un kilómetro de otros con similares ofertas de servicios médicos. El solo hecho de activar las sirenas y llegar hasta el centro de atención, genera extraordinarias utilidades a dichas empresas y de ahí en adelante, a cargo del muy famoso seguro obligatorio de accidentes de tránsito SOAT.

Para cerrar el capítulo, el paciente es sometido a varios exámenes y en caso de no encontrar fracturas u otros traumas, se conceden varios días de incapacidad, justificando de esta manera la payasada con abrigo de accidente. 

Lo curioso del asunto es que si usted solicita el servicio de una ambulancia porque observó que alguien sufrió un desmayo, producto de una falla cardiaca o elevados niveles de azúcar en la sangre, pues sus familiares tendrán que rezar e implorar que alguien los traslade a un lugar en donde le puedan brindar los primeros auxilios, porque a la mayor parte de las empresas que prestan el servicio de ambulancia no les sirve ese tipo de incidentes.

Para completar la “misión”, en los pasillos de los organismos de tránsito se comenta que algunas ambulancias tienen instalados en sus vehículos radios con la frecuencia de la Policía Nacional, para obtener información inmediata y de ahí que al sitio de un accidente, llegan entre dos y cuatro ambulancias casi al mismo tiempo. También se dice que son los uniformados de los cuadrantes, quienes tienen la selección de ambulancias que prestarán el servicio. Lo cierto es que existe un tufillo de irregularidad alrededor de la mal llamada emergencia. 

Este presunto delito, puede ser evaluado por las autoridades competentes, habida cuenta que las frecuencias de radio que sirven de apoyo a los organismos de seguridad, no deben ser parte de la dotación de una ambulancia y en cambio, puede tipificar varios delitos, que en su momento podrán ser identificados.  

Es hora de que se legisle en un tema que tiene lleno el bolsillo de dichas empresas y roto el fondo utilizado para cubrir el disfraz de los accidentes, el cual pagamos todos los conductores. 

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