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El pensamiento

Todo aquello que se piensa, influye sobre las células vivas del organismo.

Al contrario de la teoría científica, el Universo se creó, sólo con un pensamiento en la mente de Dios; cuyo plan, voluntad y deseo son crear con amor y contemplación, para cubrir con toda su Infinidad, a cada ser de este planeta, que puede recrearse de felicidad, libre de sufrimiento o de dificultad alguna y para ello se requiere un perfeccionamiento en el actuar, es decir, un verdadero evolucionar en el ser humano con Moha’ra (pensamiento puro). 

El hombre necesita eliminar todo lo negativo de sus sentimientos, pensamientos y obras, para sustituir la oscuridad y la penumbra por Ana (Luz Divina). Por tal razón, los mandatos e instrumentos que El Creador da son para que se cumplan. Pero, si tu mente está cerrada con pensamientos negativos de envidia, odio, rabia, egoísmo y de muchos otros defectos; entonces creas un muro de contención muy fuerte. Lógicamente, que te rodeará esa negatividad, obstaculizando y deteniendo la energía que positivamente pueda fluir hacia tu mente como un manantial. De ahí, la importancia que la energía sutil mueva lo comprimido y duro de la materia, transformándola en energía flexible, positiva y beneficiosa, para que el hombre la haga una energía pura a través de sus pensamientos. 

Luego, todo aquello que se piensa, influye sobre las células vivas del organismo del ser humano, y como tal, ellas: oyen, captan y conocen los pensamientos que se emiten; los cuales pueden ser cambiados de acuerdo a la situación que se esté viviendo. Así, por ejemplo, el sistema inmunológico o el sistema circulatorio cardiovascular, pueden ser afectados por sentimientos negativos como la tristeza, el desánimo, la falta de esperanza o la depresión, entre muchos otros; aumentando el riesgo de deteriorar o acortar la vida. Sucede lo contrario con la alegría, el buen ánimo y el entusiasmo, pues son circunstancias que te mantienen vivo y saludable. Por eso, cuando te enamoras, las células viven al unísono el disfrute del Amor y sus consecuencias. De tal manera que, al pensar, encontrarás que la mente y el cuerpo cuando están acoplados, forman una unidad vista en dos corrientes,

La corriente subjetiva que corresponde a: los sentimientos, ideas y deseos. 

La corriente objetiva que tiene relación con el cuerpo y lo material.  

Estas dos corrientes, desde la óptica de la sabiduría te conducen a la fuente creadora que es de donde provienes. Por eso, cuando abres tu mente en los planos de la inteligencia, la ciencia, la sabiduría, y dejas que ella con tu pensamiento se expanda en lo positivo, surge sencillamente lo esperado; entonces la energía positiva se manifiesta en causa y efecto positivo, y te conduce nuevamente a la Fuente Creadora. 

El pensamiento siempre está enlazado con la fe. Es así, como el pensamiento universal viene a ser una de las energías más grandes del planeta Tierra (Lady Gaía). O sea que, si tú deseas algo con energía positiva, naturalmente lo podrás alcanzar; sólo porque esta Pradna (fuerza) es tu pensamiento, que es tan fuerte que se une a la energía del Universo. Todas las fuerzas fundamentales del Cosmos son por naturaleza desconocidas; poco a poco, a medida que se llega a una cuarta dimensión se puede ir descubriendo esta maravilla.  

Las acciones o actitudes son el resultado del pensamiento, aunque muchas veces no sabes ¿cómo es el pensamiento? No puedes verlo, pero si ver sus resultados y consecuencias. Un pensamiento positivo es como una fuerza buena y productiva, que te coloca y te direcciona en el camino correcto hacia la fe, la esperanza, el Amor, la felicidad, la paz interior y muchos otros estados de ánimo indescriptibles de los que goza el ser humano. 

Los grandes sabios y pensadores saben que su ideología y reflexión hacen parte del mundo que los rodea. Por lo tanto, gran parte de su riqueza está en sus pensamientos. Luego, la energía no tendrá límites, cuando comprendas que debes aprender a concentrar tus pensamientos con optimismo, en el tiempo presente, el aquí y el ahora, que también es el Tiempo de Dios. 

Comprobado está, que el hombre es el único ser en el planeta, con una imaginación que lo lleva a un futuro que no conoce o a un pasado que ya no existe. De los 60.000 pensamientos que suele tener aproximadamente en 24 horas, casi siempre el 80% está lleno de preocupaciones, falta de paz interior y negativismo. Generalmente, estos pensamientos son repetitivos y acarrean sólo un retraso evolutivo, que no contribuye en nada al enriquecimiento espiritual. Pero con una buena actitud, constancia y voluntad, se aprende a eliminar el pensamiento negativo, y a convertirlo en Moha’ra (Pensamiento Puro).

AN’ANASHA,
OM TAT SAT

(Gracias, trabajador de luz).

 

Martes, 12 de Diciembre de 2017
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