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El tiempo de Dios es perfecto
El tiempo pasa veloz, pero tan veloz, que a veces me produce mucha inquietud y cuestionamiento.
Viernes, 16 de Febrero de 2018

El tiempo de Dios, es perfecto.

El Tiempo de Dios, tuvo origen en el Pensamiento de Padre Creador.

El Tiempo de Dios, actúa con Sabiduría Infinita y con Poder.

El Tiempo de Dios, siempre tiene una respuesta para Todo.

El Tiempo de Dios, se alimenta en el Amor Incondicional del Padre.

El Tiempo de Dios, no tiene ni principio, ni fin como el tiempo terrenal.

Son tan sencillos el Tiempo y la Voluntad de Dios, que sólo hay que entender y vivir la vida al ritmo de lo que Él desee; cómo, dónde y cuándo Él lo quiere. Así es el Tiempo de Dios.

Lo fugal del tiempo

Te pregunto: ¿Has notado que el tiempo está pasando súper rápido? ¿Ya no alcanzas a hacer todo lo que hacías antes? Lo que sucede es que el tiempo cósmico era de 24 horas y hoy son sólo 18 horas. Esa reducción de tiempo tú la sientes, la percibes, pero es inexplicable. Porque igual el reloj sigue marcando la misma hora, el mismo minuto y el mismo segundo. En mi experiencia personal: me siento a trabajar en el estudio a las 8 a.m., cuando me doy cuenta ya son las 10; luego miro el reloj y como un salto mágico, ya son las 12. ¡Oh Dios! ya es el mediodía. Igualmente me sucede en la tarde y la noche. 

El tiempo pasa veloz, pero tan veloz, que a veces me produce mucha inquietud y cuestionamiento. Me miro al espejo, al espejo del alma y pregunto: ¿Qué está pasando? ¡Oh Dios! ¿dame una explicación, dime algo? ¿Por qué el tiempo se ha ido tan fugaz y tan silencioso a la vez? 

El tiempo va a pasos agigantados, se unirá la noche con el día, como dice la profecía: “Todo tiene su tiempo y su hora en el Tiempo y Obra del Padre”, esto te debe hacer reflexionar para que seas en tu vida un excelente ser humano, no sientas arrepentimientos tardíos, o te tome por sorpresa la Justicia Divina.

Tú vives el tiempo, sabes lo que es y lo pruebas en la alegría y en la tristeza. Te das cuenta de lo que está sucediendo y te familiarizas con sus cambios y ciclos repetitivos; vagas en su terreno y te maravillas o te inquietas por sus efectos en el hermoso lienzo de colores de la vida. Ese es el tiempo, cambiante como el viento y efímero como el resplandor del rayo.    

El pasado es historia y el futuro es un misterio. Tu único tesoro real es el presente, el hoy o el ahora; es un verdadero regalo. Ama y disfruta al máximo cada instante, no lesiones tus pensamientos positivos; no hagas daño a la Humanidad ni a ti mismo. Vive intensamente tu presente, porque no sabes si mañana estás. De todas formas, tu futuro será más benéfico si llenas de ELEXIER (Amor Incondicional) tu presente y vives en Paz como un Trabajador de Luz. 

El maestro Mahatma Gandhi, nos enseñó a cerca del Tiempo Pasado:

“No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada.

No rememores dolores y sufrimientos antiguos. 

¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante, procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia adelante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.

No te preocupes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

No trates de que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.

Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras por lo que viene, recuerda que cada día tiene su propio afán”.

 

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