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Elucubraciones de un economista frustrado
Me atrevería a decir que la pelea con la inflación que ha dado el Banco de la República se está perdiendo.
Domingo, 14 de Agosto de 2016

No soy economista, pero me atreveré a lanzar las siguientes hipótesis: 

1. Todos los indicadores macroeconómicos señalan que el gasto y el comercio deberían estar mucho más lentos, más deprimidos. Sin embargo, no es así. En las principales ciudades los comercios están llenos, a los restaurantes no les cabe una persona y la compra de bienes de lujo se mantiene. ¿La razón? La coca. Como dijo el procurador, estamos nadando en la mata que mata. Con dólar a $3000 no es difícil concluir que el negocio de la droga está inundando las calles de dinero. Mucho de ese dinero, de origen ilícito, se va blanqueando con cada metro que se aleja de las plantaciones. Lo que es ilícito en el Caquetá, luego de unas semanas y unas transacciones es lícito en la zona Rosa de Bogotá o de Medellín. 

2. Para seguir con las hipótesis, me atrevería a decir que la pelea con la inflación que ha dado el Banco de la República se está perdiendo. Y la razón es que esa entidad escogió mal sus armas. Prefirió dar la batalla por la vía de las tasas de interés, subiéndolas, lo que afectaría la demanda. Sin embargo, el problema es de tasa de cambio. En entrevista otorgada a un diario nacional, uno de los codirectores del Banco dijo que el tema de la tasa no lo preocupaba, como si el problema de la inflación fuera por el lado del exceso de demanda. Pues resulta que el sabio erró, ya que el problema de la inflación viene por la vía de una brutal subida del dólar. El Banco de la República debe –y debió— mantener la divisa controlada. 

3. Las exportaciones no repuntan. Hace un par de años el argumento era que el dólar tan barato no daba margen para que se exportara y que era más barato traer mercancía hecha en la China, que hacerla acá. Y ahora, ¿cuál es la excusa? En mi opinión, creo que el sector exportación no ha logrado aprovechar, como debe, la subida del dólar. Falta que se acomode en capacidad instalada y en infraestructura. Cada trimestre caen en barrena las exportaciones y ya llevamos más de 24 meses de dólar caro. 

4. Adivinen ¿cuál es el producto que sí logró aprovechar la subida del dólar? La coca. Los productores y comercializadores de coca no se demoraron ni cinco minutos en aprovechar la subida del dólar. No en vano los cultivos han crecido como lo han hecho y de paso el Gobierno les eliminó el ‘impuesto’ de las fumigaciones, así que el negocio es –como dicen los paisas— pulpito. 

5. Mi otra hipótesis: la inflación no va a ceder este ni el año entrante. Poner a tributar los bienes con más IVA, 3 % más, para un 19 %, trae el siguiente efecto: un dulce que vale 100 pesos hoy, el año entrante, por cuenta del IVA, pasará a valer 119 pesos. Como la moneda de 19 pesos no existe, y la de 20 está en desuso, los tenderos pasarán a redondear el valor del dulce a 150 pesos. El IVA es del 19 %, pero el día a día a día –ese que los grandes economistas no visitan nunca— enseña que el redondeo hace las cosas más caras. Ahora, si al dulce de cien pesos se le suma el 7 % de inflación de este año, más el 19 % de IVA, el dulce subirá un 26 %. 

Espero equivocarme en mis elucubraciones. Al fin y al cabo no soy economista. 

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