Este artículo es una invitación a la unión, al trabajo mancomunado de un país que a pesar de los gobiernos nefastos que ha tenido en su recorrido histórico registra las condiciones de vida de un país relativamente democrático. 

Nuestra inteligencia no puede ser subvalorada por líderes que utilizan su pasado lleno de odio y venganzas internas para acabar con lo que hemos construido. Permitir que estas posturas de destrucción lleguen a nuestra mente y se materialicen, con extinción de posesiones privadas o públicas sabiendo que con estos actos   lo que quieren es provocar divisiones con ideologías absurdas, baratas y mandadas a recoger, es retroceder.

Utilicemos nuestras fuerzas en construir y no en destruir. Unámonos en cada rol que tengamos en donde nos encontremos, en la actividad que nos corresponda. 

Hay que buscar siempre el bien común. No debemos dejarnos envolver con discursos de clase. Lo procedente es dar lo mejor de cada cual. Así, entre todos, alcanzaremos las metas que nos proporcionen satisfacciones requeridas, de bienestar, de convivencia, con el soporte de la democracia.

La región requiere soluciones a problemas que a todos nos afectan. Necesitamos empleo y el mejoramiento de las condiciones de vida de cada uno de nosotros para garantizar un crecimiento con equidad y dignidad.

No hay que hacerle el juego a doctrinas políticas que ya colapsaron. Hay que renovar el pensamiento abrevando en las corrientes que garanticen la paz, la erradicación de la corrupción, el saneamiento de la pobreza y la plenitud de los derechos ciudadanos, con abolición de las exclusiones que agreden las libertades y los méritos ganados con talento y conocimiento.

Unión en los objetivos, en la inconformidad contra los abusos, en la defensa del interés público y privado en función de lo que es verdaderamente importante para la ciudad y los ciudadanos busquemos formas creativas, efectivas y legales de contribuir al desarrollo de la ciudad pues, lo que necesitamos es el bienestar de todos que lo lograremos teniendo justicia social envuelta en una paz verdadera y duradera. 

daliabogada@gmail.com