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Gordos y flacos
El sobrepeso y la obesidad de asocian a un grupo de enfermedades bien definidas y que muestran cifras que han aumentado en los años recientes. 
Sábado, 2 de Marzo de 2019

Para esta época es muy importante el peso corporal y esa medida nos divide de manera precisa en tres diferentes grupos: los delgados o con bajo peso, los de peso normal y quienes tienen obesidad. 

Un dato nos sirve para esa estratificación, es el índice de masa corporal (IMC) el cual es una relación entre el peso y la talla que, sin ser perfecta ayuda a tomar decisiones para intentar modificar el peso, bien sea subir o bajar de acuerdo con la cifra obtenida para cada persona. 

El sobrepeso y la obesidad de asocian a un grupo de enfermedades bien definidas y que muestran cifras que han aumentado en los años recientes. 

Es bien sabido por los informes epidemiólogos que hay un incremento progresivo de los casos de diabetes asociados a la obesidad, con una tendencia a continuar aumentando el número de enfermos en los años próximos; esto se asocia a complicaciones a mediano y largo plazo que afectan la calidad y expectativa de vida. 

El aumento en el número de obesos se debe a cambios en las costumbres, somos ahora más citadinos, tenemos un mayor consumo de alimentos ricos en calorías y se nota la reducción de los niveles de actividad física. 

Se ha determinado en estudios amplios que hay un grupo de personas delgadas que no prestan atención a la dieta y el ejercicio, sin embargo no ganan peso y sus registros son constantes. 

De otro lado existen los que aun haciendo caso a las advertencias de tener una dieta saludable, de manera casi inexplicable siguen subiendo peso hasta llegar a niveles de obesidad.  

Con relación a esto se han realizado estudios del genoma de personas ubicadas en estos dos grupos y se han identificados sitios en los genes que definitivamente influyen en la delgadez los cuales contrastan con la arquitectura genética de los obesos en edad temprana. 

Este es un rasgo que en ambos casos se hereda, así que si somos hijos de padres delgados la mayor probabilidad es que seamos delgados, lo cual contrasta con los obesos que tendrán más hijos con estas características. 

Esta cualidad genética logra explicar algunos casos que no se conocían con certeza el origen en los cambios de su masa corporal, pero no es para todos los individuos y la constante debe ser una atención permanente del peso y evitar los factores de riesgo en especial para los que promueven obesidad por la asociación que esta condición tiene con algunas enfermedades. 

No es una necedad la insistencia en la necesidad de hacer ejercicio a diario, acorde con las condiciones de cada persona, especialmente la edad y observar una dieta saludable, en lo posible con una mayor cantidad de frutas, verduras, agua, sin abandonar el consumo de proteínas de origen animal que han contribuido al desarrollo del organismo desde épocas prehistóricas. 

Esto y una actitud positiva nos llevara a cumplir con la máxima atribuida a Platón: mente sana en cuerpo sano. 

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