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Las polémicas comenzaron con los discursos del presidente del Senado Ernesto Macías y el del mismo Presidente. 
Sábado, 11 de Agosto de 2018

Se inició el gobierno de Iván Duque Márquez y las polémicas no podían estar ausentes, las que comenzaron con los discursos del presidente del Senado Ernesto Macías y el del mismo presidente, sobre todo para el primero a quien le llovieron críticas desde la oposición y un sector de la prensa. 

Como se sabe él pertenece al partido Centro Democrático, el mismo de Duque, su intervención estuvo cargada de odio contra Juan Manuel Santos y halagos para su jefe Álvaro Uribe, eso dijeron sus adversarios.  

Sin embargo, el discurso de Macías fue calificado como cargado de verdades por los miembros de su partido y simpatizantes, al hacer un balance de la gestión del gobierno anterior y el país que le entrega al nuevo mandatario. 

Señaló:“el país tiene las cifras más preocupantes de la historia en lo social, lo económico y en lo institucional”.

Recalcó sobre el aumento del secuestro, la extorsión y las cifras de la deuda pública. 

El presidente en un tono más conciliador se refirió a los planes de su gobierno, en un marco libre de odios, revanchas y mezquindades. 

La reconciliación y la unidad también fueron palabras usadas por el nuevo mandatario, así como también se refirió a la defensa que hará de la legalidad y su intención de lograr la paz social. 

Pasadas las primeras e intensas horas de la posesión a cielo abierto en la plaza de Bolívar en Bogotá y el acto de saludos a las delegaciones que asistieron para felicitarlo y desearle suerte en su gestión, comenzó el trabajo. 

Nombrado y posesionado el nuevo gabinete, se fue a las regiones para conocer de primera mano sus problemas. Primero estuvo en San Andrés, luego viajó a Tibú y Tumaco, en cumplimento de promesas hechas en su campaña. 

En estos tres sitios distantes, pero con una problemática social muy similar, con notorio abandono del gobierno central durante muchos años y azotados por la recurrente alteración del orden público. 

Los consejos de gobierno y el diálogo con la comunidad produjeron el compromiso de ayuda en forma efectiva y pronta para dar un vuelco sobre todo a la situación social que hoy se vive en esas regiones. 

 Otra de las actuaciones del nuevo presidente, fiel a su discurso de la campaña, fue la paridad de género en la composición del nuevo gabinete, entre las mujeres designadas se destacan Nancy Gutiérrez en el ministerio del Interior, Alicia Arango en Trabajo, Gloria Borrero en Justicia, Ángela Orozco en Transporte; por primera vez hay ocho ministras y María Correa como secretaria privada. 

Las mujeres pueden darse por bien servidas dada la participación efectiva que tienen en este círculo del poder derivado del ejecutivo y cercano al recién llegado a la Casa de Nariño. 

Si a Duque le va bien, a Colombia le irá bien, es una frase que se ha repetido con insistencia en los primeros días de su gobierno. 

Ninguna otra cosa podemos esperar para el nuevo mandatario, quien ha expresado en repetidas ocasiones: “mi único deseo es gobernar para todos los colombianos” y como vimos nuestra región está presente en su agenda.

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